ZACARÍAS Nogaim, Miguel
México, D. F., 1905

AGRASÁNCHEZ Jr., Rogelio.
Miguel Zacarías. Creador de estrellas.
México, Archivo Fílmico Agrasánchez/
Universidad de Guadalajara, 2000. P. 142

 

irector, argumentista, guionista, fotógrafo, editor, productor, novelista, ensayista y poeta. De padres libaneses, Miguel Zacarías Nogaim nació el 19 de marzo de 1905 en la Ciudad de México. Es uno de los pioneros del cine sonoro mexicano y pilar de la Época de Oro del cine nacional.

Su formación académica la realizó en colegios maristas en México, Estados Unidos y Líbano. En 1926 regresó México y al poco tiempo marchó a Brasil, donde permaneció un año.

Al comenzar la etapa del cine sonoro en México, escribió historias que pudieran llevarse a la pantalla. En “(...) una ocasión en que se encontraba en México el autor teatral español radicado en Hollywood, Gregorio Martínez Sierra, (...) el entusiasta Miguel le dio a leer alguna de sus obras. Viendo el interés de Zacarías por el arte dramático, Martínez Sierra le sugirió que tomara algunos cursos en la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York. Esto le daría las bases para dedicarse con éxito a la dirección teatral o cinematográfica.” (AGRASÁNCHEZ Jr., Rogelio. Miguel Zacarías. Creador de estrellas. México, Ed. Archivo Fílmico Agrasánchez / Universidad de Guadalajara, 2000. P. 17)

En 1931 Miguel viajó a Estados Unidos para estudiar dirección, composición fotográfica, escenografía y arte dramático en la Universidad de Columbia. Paralelamente comenzó a trabajar en los laboratorios Malcom, pequeña empresa de revelado y postproducción. Donde conoció a Carlos Lámele Jr., hijo del presidente de la Universal Pictures, del que aprendió los secretos de la distribución de películas. A mediados de 1932 regresó a México. Ese mismo año fundó junto a su hermano, Mario A. Zacarías, la compañía productora Latino Films.

Miguel Zacarías se sintió muy agraviado cuando en un viaje no se reconoció a Juventino Rosas como autor del vals Sobre las olas. Esta situación propició que Zacarías, a su regreso a México, escribiera una biografía novelada de dicho músico, que poco después adaptó, produjo y dirigió para cine bajo el título del mismo vals. (Medalla Salvador Toscano al mérito cinematográfico. Miguel Zacarías Nogaim. Cineteca Nacional / Fundación Carmen Toscano / Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas, febrero de 2002. PP. 8-9). Con esta cinta Miguel Zacarías debutó en 1932 en la industria cinematográfica nacional.

Adolfo Girón y Carmen Guerrero en Sobre las olas (1932)
AGRASÁNCHEZ Jr., Rogelio. Miguel Zacarías. Creador de estrellas. Ob. Cit. P. 20

Posteriormente vendrían otros títulos como Payasadas de la vida (1934), donde debutó el cómico Manuel Medel; Rosario (1935), cinta en la que aparece por primera vez el actor Pedro Armendáriz y El baúl macabro (1936), este último filme fue bien recibido por la crítica nacional.

A mediados de la década de los treinta, Zacarías estableció la primera organización de directores. Asociación que tenía como objetivo ayudarse mutuamente e impulsar el cine mexicano.

“Entre marzo y abril de 1936 se formó un Club de estudios y censura cinematográficos integrado por René Cardona, Celestino Gorostiza, Marco Aurelio Galindo, Alejandro Galindo, C. L. Ellis, Joselito Rodríguez y Miguel Zacarías. El también llamado Cinema Skipit Club tenía la tarea de examinar los argumentos cinematográficos listos para ser filmados, a fin de recomendar o no su vialidad comercial.” (AGRASÁNCHEZ Jr., Rogelio. Ob. Cit. P. 42).

Para su película número 11, El peñón de las ánimas (1942), Miguel Zacarías ya era un director consolidado en la industria, que se caracterizaba por promover y crear nuevas estrellas de cine. Porque estaba convencido que el negocio y la cultura cinematográfica debían fundarse, para su éxito, en el carisma de las figuras de la pantalla. Cabe mencionar que en esta cinta debutó la actriz María Félix.

María Félix y Jorge Negrete en El peñón de las ánimas (1942)
Ibid. P. 69

Para el director y escritor de Los enredos de papá (1938), el “cine es una prolongación del teatro. Hace objetiva la parte del relato que en el teatro el autor deja a la imaginación del espectador. El cine puede ser una interpretación de la vida o una imitación de ella. Pues, es imposible desconocer que el cine está íntimamente ligado a todos los aspectos de la literatura. Porque el cine es un conjunto de todas las artes: comprende la pintura, la literatura, la música, la danza y la arquitectura.” (El charro es un tipo psíquico mexicano, no es un traje, dice Miguel Zacarías. Cine mexicano. Publicación semanal, 24 de marzo de 1945. P. 12).

Además, Miguel Zacarías cree que el cine es para consolar a la gente, para divertirla, para que se olvide de cosas tristes. Por ello, buscaba historias sencillas que pudieran ser protagonizadas por los ídolos del momento.

En 1943 escribió, realizó y produjo el largometraje Una carta de amor, que según Rogelio Agrasánchez Jr., es tal vez uno de los mejores trabajos del director, ya que la adecuación del tema y la forma narrativa hacen de esta película un prototipo de la producción de esos años.

En 1944 se inició la construcción de los Estudios Churubusco. Empresa que se llevó a cabo con el apoyo del presidente de la RKO, Peter Rathvon, y donde participaron los mexicanos Miguel Zacarías, Emilio Azcárraga Vidaurreta, Mario Moreno Cantinflas, Juan Bustillo Oro, Fernando de Fuentes y Mauricio de la Serna.

Todo indicaba que la industria cinematográfica nacional atravesaba por su mejor momento, pues contaba con toda la infraestructura necesaria para sus producciones, amén de un público fiel. Además, por la Segunda Guerra Mundial, la producción cinematográfica norteamericana disminuyó y la mexicana se beneficio consolidándose como una industria fuerte en América, convertida en la tercera industria del país.

Terminada la Guerra la industria mexicana se vio afectada debido a que los norteamericanos regresaron por sus fueros. Por ello, para mediados de la década de los cincuenta “los incentivos originales para hacer un cine mejor habían desaparecido. Tal vez por esa razón, a partir de entonces el trabajo de Miguel Zacarías se orientó más a la realización de historias con base en fórmulas ya probadas y asignando a otros la tarea de dirigir sus filmes. Su preocupación quedaba ahora limitada al aspecto puramente económico de la confección de películas.” (AGRASÁNCHEZ Jr., Rogelio. Ob. Cit. P. 155).

En 1948 escribió y escribió la película El dolor de los hijos que recibió, en 1950, el premio Cervantes, por mejor película y Medalla de oro, por el mejor guión original, en la premiación del Segundo Certamen Cinematográfico Hispanoamericano que se llevó a cabo en Madrid, España.

Matilde Palou, Jaime Calpe y Fernando Soler en El dolor de los hijos (1948)
Ibid. P. 105

En 1955, la Productora Zacarías, en voz de Mario A. Zacarías Nogaim —hermano del realizador y socio de éste en la productora—, definía un buen guión como aquél que simplemente fuera comercial. “Para esto debe interesar y sacudir a las masas y no solamente a un grupo de escogidos. Los sentimientos deben hallar eco en todos los corazones, lo que se logra cuando al mismo tiempo que sencillas [las historias] son emotivas. Ahora que, si además pueden contener un porcentaje de arte o, digamos, un sentido filosófico, mucho mejor. Pero por lo común todos los pueblos latinoamericanos en la actualidad están en la misma tesitura tanto psicológica como mental, por eso nosotros, cualquiera que sea la índole de la cinta que hagamos, no olvidamos este índice que es el que nos da la tónica del éxito de la película. Y casi nunca nos equivocamos.” (“La reorganización de la industria cinematográfica de México es un hecho”. Dice a Cinema Reporter el Sr. Licenciado Mario A. Zacarías. Por Indiana Nájera. Cinema Reporter, publicación semanal. No. 879, 25 de mayo de 1955. P. 29)

En 1961 Miguel Zacarías Nogaim se entusiasmó con un nuevo proyecto: Juana Gallo, que escribió y realizó con un gran presupuesto, además de contar con los mejores elementos técnicos y artísticos.

Después de este largometraje Zacarías realizó La vida de Pedro Infante (1963), Escuela para solteras (1964), Un extraño en la casa (1966), Estafa de amor (1968), Claudia y el deseo (1968), Lo que más queremos (1970) y 96 horas de amor en la vida de Guty Cárdenas (1983), entre otras.

Posteriormente, Miguel Zacarías se retiró de la dirección de cine para dedicarse de tiempo completo a escribir. Su obra, en su mayor parte inédita, ha abarcado todos los géneros literarios: novela, cuento, poesía, ensayo político y filosófico, crónica y obras de teatro. Entre sus libros publicados destacan 50 madrigales, Voces de amor, España en el corazón y Sonetos reflexivos, Ángel, mujer o demonio, Drenaje profundo, Sin miedo a la verdad, Yo Diógenes y La quinta humanidad.

Además ha recibido varios reconocimientos por su trayectoria cinematográfica: Medalla de Oro por 50 años de actividad fílmica que le dio la Sociedad Mexicana de Directores y Realizadores de Cine, Radio, Televisión y Audiovisuales (1990); el Ariel de Oro (1993); Presea de la Filmoteca que le concedió la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM, 1995); la Diosa de Plata (1997), reconocimiento a su labor como pionero del séptimo arte mexicano (1998), la Medalla Salvador Toscano al mérito cinematográfico, entre otros.

Miguel Zacarías Nogaim dirigió alrededor de 53 películas y escribió 56 guiones cinematográficos.