REVUELTAS Sánchez, José
Santiago Papasquiaro, Durango, 1914
México, D. F., 1976
 

Otrocine, publicación trimestral, No. 5, enero-marzo de 1976, P. 1

ovelista, cuentista, periodista, dramaturgo, argumentista y guionista, así como ensayista cinematográfico y político. Integrante de una familia de artistas: Fermín, pintor; Silvestre, músico y Rosaura, actriz. José Revueltas, militante de izquierda, siempre comprometido con la realidad social del país, nació el 20 de noviembre de 1914 y murió el 14 de abril de 1976.

“Dice Rafael Solana en la revista Siempre! (17 de mayo de 1989) que ‘tal vez en los más antiguos documentos de Revueltas se lea, en vez de José, Maximiliano, que era el nombre que tenía en 1928’, lo que nos daría como su nombre Maximiliano Revueltas Sánchez” (RUIZ Castañeda, Ma. del Carmen y MÁRQUEZ Acevedo, Sergio. Diccionario de seudónimos. México, UNAM, Instituto de Investigaciones Bibliográficas, 2001. P. 692).

Guión El apando. México, Ed. Plaza y Valdés, 1995

La familia Revueltas Sánchez se trasladó a la Ciudad de México en 1920, donde José realizó sus primeros estudios en el Colegio Alemán. En 1929 fue acusado de rebelión, sedición y motín por su participación en un mitin en el Zócalo. Salió en libertad bajo fianza después de seis meses. A su salida ingresó en el Socorro Rojo Internacional y en 1930 al Partido Comunista Mexicano (PCM). De julio a noviembre de 1932, fue deportado al penal de las Islas Marías junto con otros camaradas del partido, donde fue liberado “por ser menor de edad” (Biografía mínima. Por Andrea Revueltas. La Brújula en el bolsillo, n úmero especial José Revueltas. No. 8, abril de 1983. PP. 8-9). Volvería a ser detenido y encarcelado en Lecumberri (noviembre de 1968) por su activa participación en el Movimiento Estudiantil, donde permaneció en prisión hasta mayo de 1971. El tema de la pérdida de la libertad y el de la persecución infinita estará presente en su obra. El ciclo carcelario se inició con Los muros de agua (1941), novela gestada a partir de su estancia en el penal de las Islas Marías: “El apando es un doloroso reflejo, el final del ciclo que trata sobre la pérdida de la libertad, de la injusticia de las Islas Marías cometida contra un adolescente de 16 años que culminó, años después, con el encierro en Lecumberri (…)” (Revueltas y el cine. Por Javier Arévalo Z. La Brújula en el bolsillo, número especial José Revueltas. No. 8, abril de 1983. P. 37).

Escribió con sus iniciales J.R. en la revista Taller (1939). “Fue redactor de El combate y, en 1940, reportero de El popular. Colaboró en El Día, El Nacional y Excélsior. En la prensa revolucionaria marxista figura con Eduardo Lizalde y Enrique González Rojo (hijo) como editor responsable de Espartaco, órgano de la Liga Leninista Espartaco (1960-1961); escribió también en Revolución (1961), órgano estudiantil de los Seminarios dirigidos por Enrique González Rojo (hijo) en el Colegio de San Nicolás de Hidalgo de Morelia, Michoacán. Dirigió algunas publicaciones periódicas” (…) (RUIZ Castañeda, Ma. del Carmen y MÁRQUEZ Acevedo, Sergio. Ob. Cit. P. 693).

Su vida como militante transcurrió en medio de rompimientos y la organización de nuevos grupos políticos a los que se unió: en 1943 fue expulsado del PCM, junto con toda su célula; en 1944, junto con sus camaradas expulsados, fundó el grupo marxista independiente El insurgente; 1948 se fundó el Partido Popular, al cual ingresó Revueltas; 1955 salió del PP y solicitó su reingreso al PCM; en abril de 1960 fue expulsado del PCM con toda su célula y otras células minoritarias con las que ingresó al Partido Obrero Campesino Mexicano. En septiembre de ese mismo año fundó la Liga Leninista Espartaco, y en 1963 fue expulsado de ella, y formó con la minoría expulsada la “célula leninista Carlos Marx (sin partido)” (Biografía mínima. Por Andrea Revueltas. Ob. Cit. P. 9).

Es autor de las novelas: Los muros del agua (1941), El luto humano (1943), Los días terrenales (1949), En algún valle de lágrimas (1956), Los motivos de Caín (1957), Los errores (1964) y El apando (1969); de los libros de cuentos: Dios en la tierra (1944), Dormir en tierra (1960), Material de los sueños (1974); de las obras de teatro: Israel (1947), La otra (1949, en colaboración con Roberto Gavaldón), El cuadrante de la soledad (1950) y Nos vemos en abril; de los ensayos: México una democracia bárbara (1958), Ensayo sobre el proletariado sin cabeza (1962), El conocimiento cinematográfico y sus problemas (1965), Apuntes para una semblanza de Silvestre Revueltas (1966) y Cartas íntimas y escritos de Silvestre Revueltas (1966). Cuando murió trabajaba en dos obras de ficción: Hegel y yo y El tiempo y el número.

Revueltas con Jorge Ruffinelli
Tierra Adentro, No. 81, agosto – septiembre de 1996. P. 42

En 1950 se desató una violenta crítica a sus obras Los días terrenales y El cuadrante de la soledad, despreciadas, según sus críticos, por su espíritu decadente y existencialista. “Para su momento, El cuadrante de la soledad (1950) resultó un verdadero éxito de público: llegó a las cien representaciones, hasta que el propio Revueltas la suspendió presionado, nuevamente, por la incomprensión de sus camaradas comunistas. La dirigió José Ignacio Retes, la escenografía (giratoria y muy original para la escena mexicana) fue de Diego Rivera, y en el reparto figuraron Rosaura Revueltas, Silvia Pinal y Prudencia Grifell. Se trata de una pieza muy compleja y variada, casi cinematográfica, con múltiples escenarios y abundancia de pequeñas tramas entrelazadas (…)” (BLANCO, José Joaquín. Crónica literaria: Un siglo de escritores mexicanos. México, Ed. Cal y Arena, 1996. P. 311). Después de explicar sus razones, él mismo pide retirar de la circulación la edición de la novela y suspender la puesta en escena de la obra: “(…) he resuelto rogar a los editores de mi novela Los días terrenales que en atención a mis deseos aquí claramente expresados se sirvan retirar de la circulación comercial los ejemplares de dicho libro.

“He resuelto también suplicar a la empresa que puso en escena El cuadrante de la soledad que suspenda las exhibiciones de esa obra.

“Por lo mismo, ruego a las personas que se disponían a participar de algún modo en la función especial que iba a llevarse a cabo con motivo del centenar de representaciones del Cuadrante que acepten mis excusas así como mi petición de no llevar a cabo ningún acto de esa índole. (…)” (El escritor José Revueltas hace importante aclaración. El Nacional, 16 de junio, 1950. P. 3).

Su actividad en el campo de cine fue tan intensa como su práctica literaria. Cerca de 26 adaptaciones cinematográficas fueron llevadas a la pantalla, mientras que alrededor de 30 no llegaron a filmarse. “Revueltas consideraba al cine como una síntesis dialéctica de dos valores opuestos: la inmovilidad y la movilidad. El fotograma y su sucesión en pantalla constituirían dichos valores. El Realismo Socialista y las teorías eisenstenianas influyeron en la gran importancia que concedió al montaje al considerarlo como un principio universal. A pesar de lo loable del esfuerzo de Revueltas por conformar una teoría cinematográfica, sus conocimientos no fueron lo suficientemente profundos y sistemáticos para lograrlo. Prácticamente no ejerció la crítica cinematográfica y sus textos constituyen una serie de reflexiones acerca de aspectos varios del cine. Su actividad principal fue la adaptación. Se inició en 1944 cuando Gabriel Figueroa lo invitó a trabajar para que adaptara El mexicano, de Jack London. Dentro de las adaptaciones podemos enumerar Cantaclaro, de Rómulo Gallegos; La otra, de Ryan James, premio Ariel 1947 por la mejor adaptación, Qué dios me perdone, de Xavier Villaurrutia y otras como La ilusión viaja en tranvía que adaptara con Luis Alcoriza. Pero seguramente la más significativa, por lo que representa en su vida personal, es El apando, escrita por Revueltas como novela adaptada posteriormente por él mismo y José Agustín (…)” (Revueltas y el cine. Por Javier Arévalo Z. Ob. Cit. PP. 37-38).

Llamado cariñosamente por sus amigos, entre ellos Efraín Huerta, como El Pájaro, alguna vez se refirió así de él: “Otro ser humano con bastantes ideas de cine es el Pájaro José Revueltas a quien fuera de México se le considera como uno de los dos o tres más brillantes novelistas de México (…)

Otrocine, año 1, No. 5, enero – marzo de 1976. P. 5

El Pájaro es un genio. De repente le fallan los diálogos, pero en general es un hombre que sabe sostener el interés dramático en todas sus formas. Novelista puro, sabe crear situaciones, desarrollarlas y resolverlas. Con Roberto Gavaldón hizo la adaptación de un cuento de Ryan James, La paloma muerta y lograron La otra (…)” (Llamado a las 7. Por Efraín Huerta. Cinema Reporter, 21 de agosto de 1948. P. 18).

Otras fuentes consultadas señalan algunos trabajos del escritor que no han sido localizadas en su amplia filmografía, tales como: la adaptación de La familia cena en casa, de Rodolfo Usigli; Aviso oportuno, escrita en colaboración con Julio Alejandro de Castro y Dino Maiuri e “Ixtabay / Mujer que hechiza, argumento de [Antonio] Mediz Bolio, s/obra de Eduardo Marquina y adaptada por José Revueltas y Roberto Gavaldón” (Cinema Reporter, abril de 1950).

Perteneció al Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica, en la Sección de Autores y Adaptadores, de la cual llegó a ocupar la Secretaría General por breve tiempo, en 1949, ya que tuvo que renunciar al cargo por haberse enfrentado al monopolio de exhibición Jenkins-Espinosa-Alarcón. Revueltas se interesó en la organización gremial de los escritores de cine y en 1958 perteneció a una de ellas: “La recientemente formada Sociedad Civil de Autores y Adaptadores Cinematográficos, eligió el pasado 19 su primera mesa directiva. La encabeza como presidente, Marco Aurelio Galindo y como vocales, Ladislao López Negrete, José Revueltas, Adolfo López Portillo y Fernando Morales Ortiz. Como administrador general fue electo Rafael Portas. Esta directiva tendrá funciones por dos años” (Consiguen pequeño derecho de autor. Cinema Reporter, No. 1063, 28 de noviembre, 1958. P. 3).

“Revueltas se desempeñó también como profesor de cine. En 1961 dio clases en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) en Cuba (…) Allá por 1964 dio clases de guión en el recién creado Centro Universitario de Estudio Cinematográficos (CUEC). Los alumnos de Revueltas realizaron una filmación colectiva sobre el anillo periférico y sus aspectos humanos. Compartió cátedra en aquella época con Manuel Michel, Emilio García Riera, Salvador Elizondo, Manuel González Casanova y Manuel Álvarez Bravo, entre otros” (Revueltas y el cine. Por Javier Arévalo Z. Ob Cit., P. 40).

Por otro lado, resulta difícil imaginar lo que pensaba José Revueltas cuando exponía sus guiones a los juicios de los productores ya que siempre fue un hombre de espíritu rebelde y combativo. Sin embargo, algo muy significativo se deja ver en Revista de la Universidad publicada en julio de 1968, cuando Revueltas escribió sobre otro excelente escritor y amigo suyo, Juan de la Cabada: “Cuando Juan escribe una película, es capaz de cualquier cosa, la más inverosímil, con tal de sustraerse a esa ‘colaboración’ insistente, tozuda, impaciente de los productores (…) No existe nada más torturante que esta sádica presencia de los productores en el desarrollo de una película, en la fase que corresponde al escritor de cine, esto es, al escritor a quien compete organizar los materiales, siempre más o menos dispersos, y en todo caso de una repelente y ofensiva tosquedad, del ‘argumento’, o peor aún, de lo que se llama una ‘idea de producción’ que no representa nada en absoluto, y que el escritor ha de construir, estructurar, a partir de cero, hasta que su trabajo concluya bajo la forma de un ‘libreto de filmación’ (…)” (En: Serpentina. Otro cine. Revista trimestral, Fondo de Cultura Económica, No. 5, enero-marzo, 1976. P. 31).

Finalmente, aunque esto no se llegó a concretar, José Revueltas también estuvo tentado a dirigir una película. Ya en 1958 se daba la noticia del hecho: “José Revueltas, el argumentista y escritor, está preparando una película experimental que dirigirá, y que será filmada en el mes de agosto, en Nayarit, con argumento de él mismo, titulado Rayito de oro, con artistas experimentales (…) Esta será la primera película que dirigirá Revueltas y espera con ella demostrar su capacidad en esa línea (…)” (Cinema Reporter. No. 1042, Julio, 1958. PP. 7-8).

Dentro de su obra, destaca aquella donde plasma el enorme interés que tenía por el cine: El conocimiento cinematográfico y sus problemas. Prólogo de Emilio García Riera. Recopilación y notas de Andrea Revueltas y Phillipe Cheron. México, ERA, 1981. Nuestro escritor formó junto con Roberto Gavaldón una de las parejas creativas más importantes del cine mexicano: escritor-director, una relación ideal que produjo películas tales como: La otra (1946), A la sombra del puente (1946), La diosa arrodillada (1947), La casa chica ( 1949), Rosauro Castro (1950), Deseada (1950), En la palma de tu mano (1950), La noche avanza (1951), El rebozo de Soledad (1952), Las tres perfectas casadas (1952), Sombra verde (1954) y La escondida (1955).

GUIONES PUBLICADOS

 

 

REVUELTAS, José y AGUSTÍN, José. El apando. México, Plaza y Valdés, 1995.

REVUELTAS, José. Zapata, guión cinematográfico. México, Plaza y Valdés, 1995.

REVUELTAS, José. Tierra y libertad. México, ERA, 1981.