OBÓN León, Juan
Ramón San José de Costa
Rica, 1943 | |
| Foto proporcionada
por el escritor |
scritor
y director de cine, incursionó también en la televisión a
través de programas culturales y elaboración de telenovelas. Juan
Ramón Obón León es hijo del escritor y guionista Ramón
Obón Arellano (San José, Costa Rica, 1918 / 1965). Nació
el 23 de julio de 1943 en San José de Costa Rica, es abogado por la UNAM,
especializado en derechos de autor y legislación cinematográfica.
Realizó
sus estudios primarios en el Colegio San José Insurgentes y la preparatoria,
en el Colegio Franco-español. Se recibió de abogado con la tesis,
Los derechos de autor en México (1964). De su liga con el cine Juan
Ramón recuerda que: “Mi liga con el cine, evidentemente empezó
con mi padre. Los libros, los temas y la gente que me rodeaba era gente del cine.
A mi casa iban mucho Luis Manrique, Emilio Indio
Fernández, Fernando Méndez, Julio Bracho, Chano
Urueta, Rafael Baledón, y la conexión directa de mi padre con un
entrañable amigo que fue el productor Alfredo Ripstein, y eso me acercaba
mucho al cine”. (Entrevista para Escritores
del Cine Mexicano Sonoro, agosto 2000).
Su
intervención con el mundo de la industria cinematográfica comenzó
prácticamente a los 15 años, cuando mecanografiaba los libretos
escritos por su padre, por Julio Bracho y por Roberto Gavaldón, entre otros
grandes del momento.
Ramón Hernández
Ramonín, -personaje que se encargaba de pasar a stencil [o mimeógrafo.
Técnica de reproducción de copias] los guiones que se iban a producir-
le pagaba dos pesos con cincuenta centavos por stencil [por hoja de guión];
así pasaron por sus manos infinidad de guiones, a partir de los cuales
aprendió el oficio de guionista: “Este trabajo me acercó a
los guiones de muchos escritores y directores, [y por lo mismo a muchas historias
y estilos]: Roberto Gavaldón, Rogelio González, Ismael Rodríguez,
en fin los grandes directores de la época. En fin los grandes escritores
de la época: Travesí, Galiana, Adolfo Torres Portillo, José
María Fernández Unsaín. Tenía acceso a esas obras,
o también llegaban los escritores a dictarnos la historia, porque siempre
se trabajaba bajo presión”. (Ídem).
Tras
la muerte de su padre, en 1965, se inició como guionista profesional al
lado de Luis Enrique Vergara con (Sinfonía
en el más allá, 1966), carrera donde escribió: hasta
1993 casi doscientos guiones filmados, entre los que destacan: Todo
por nada (Dir. Alberto Mariscal, 1968), Conserje
en condominio (Dir. Miguel M. Delgado, 1973), Acorralados
(Dir. Alberto B. Crevenna, 1975), La viuda negra
(Dir. Arturo Ripstein; 1977), La Pachanga
(Dir. José Estrada, 1981).
Otra faceta
de su carrera la inició en 1987. Obón León debutó
como director en 1987 con Hasta que la muerte nos
separe y La mansión del terror.
Mientras que la dio por terminada en 1994 con A ritmo
de salsa.
Destacado jurista sobre
derechos de autor, Juan Ramón Obón León se desempeñó
como director jurídico y de asuntos internacionales de la Sociedad General
de Escritores de México (SOGEM) desde su fundación, en 1966, hasta
1997. En la actualidad está dedicado al ejercicio libre de su profesión.
Es
miembro vitalicio de la Sección de Autores del STPC; socio y miembro fundador
de la SOGEM y miembro y abogado de la Sociedad Mexicana de Directores, Realizadores
de Cine y Obras Audiovisuales.
“Me acuerdo
—dijo Juan Ramón Obón León a Escritores
del Cine Mexicano Sonoro—, que una de las primeras cosas que iba
a hacer era una historia que se llamaba Primavera
violenta. Me dicen: Haber si eres tan buen escritor como tu papá.
Ahí me encuentro con una gente que me enseñó mucho cine que
es Rogelio González hijo y que al ver como escribía las historias,
me dice: No Ramón, creo que estás planteando mal las cosas: el
cine se escribe con verbos. No tiene sentido que escribas que, el
río viene turbulento y que el agua rebota entre las rocas, y las gotas
se divisan con la luz del sol; simplemente escribe: río
turbulento que los jinetes cruzan o pasan corriendo, o vienen cansados;
porque el cine es acción. Esto me impactó
y me preocupó porque yo no quería perder frescura como escritor.
Se lo comenté a Ricardo Garibay –que era muy amigo mío—,
le pregunté qué hacía para no perder esa frescura. Él
entonces estaba haciendo La mujer de a 6 litros
(Dir. Rogelio A. González,1966. Guión de Ricardo Garibay s/cuento
de Guy de Maupassant), y él me reiteró lo que Rogelio ya me había
dicho”. (“El guión cinematográfico:
Proceso de creación de un escritor”, en:
¿Es el guión cinematográfico una disciplina literaria?,
CUEC / UNAM, México, 1990, PP. 57-62).
Por
otro lado, sobre cuál es su mejor guión, el escritor señaló:
“Un guión que a mí me encanta es el de Muerte
a sangre fría (1977), una película que dirigió Gilberto
Gazcón. Otro que me gusta por la construcción que tiene y movimientos,
es el de La pachanga (1981), la dirigió
José Estrada –y con cierta ironía recuerda—: ¡Se
llevó todos los premios, menos el de guión!.
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Julissa en escena de
La pachanga Programa Cineteca Nacional, diciembre
de 1986, P. 29 |
También
la penúltima película que le escribí a Vicente Fernández
–fueron tres: Acorralados, (Dir. Alfredo
B. Crevenna, 1975); Por tu maldito amor, (Dir.
Rafael Villaseñor Kuri, 1991) y Mi querido
viejo, (Dir. Rafael Villaseñor Kuri, 1991)—; fue Por
tu maldito amor producida por Cima Films de Gregorio Wallerstein. Es un
guión que me gustó mucho y que la película, pues no me gusta.
Pánico,
(Dir. Julián Soler, 1970) es otro guión que me gustó. Eran
tres cuentos. Se llamaba Terceto en terror sostenido
y después se llamó Pánico.
La película no me gustó. El guión tenía muy buen ritmo.
Era una película para dirigirla en seis semanas, sin embargo, Julián
[Soler], la tuvo que dirigir en dos semanas”.
Sobre
su especialidad en el Derecho, ver: Regulación
jurídica y cine. En: Estudios Cinematográficos.
Revista de actualización técnica y académica del CUEC, Difusión
Cultural, UNAM. Año 4, No. 14, Octubre—Diciembre, 1998. PP. 60—65.