DADA, Jorge Miguel
Jerusalén, Palestina, 1885
México, D. F., 1969
 
Foto proporcionada por la familia del escritor

istribuidor de películas, novelista, empresario de teatro, compositor, musicalizador y guionista. Nació en Jerusalén, Palestina, el 3 de diciembre de 1885 del calendario ortodoxo, fecha equivalente al 17 de diciembre para nosotros. Murió en la Ciudad de México, el 27 de febrero de 1969.

Varios integrantes de su familia emigraron debido a los conflictos internacionales de la zona. En 1912, Jorge M. Dada se embarcó desde París hacia la República de El Salvador junto con su familia. Allí los Dada se dedicaron al comercio.

En 1923 le refería a su hermano Cristo, quien había permanecido en París, su creciente interés por el cine: “Ya vamos a empezar a meternos de lleno en la cinematografía. Hemos escrito a diversas casas americanas que arriendan películas de cine y, tal vez, cerraremos (con) dos o tres agencias para alquilar películas a los teatros de aquí. Aquí hay cuatro cines”. En esa misma época, crea una compañía de operetas con sede en el Teatro Colón de San Salvador.

Por medio de su hermano Cristo quien, además, fungía en París como agente comercial de la familia) se suscribió a la revista Cinema Francaise y compró la película Köningsmark (Dir. Léonce Pret, 1923) basada en una obra de Pierre Benoit. En una carta fechada el 27 de junio de 1924, Cristo formuló sobre la película los siguientes comentarios: “ [...] es soberbia, los paisajes bien escogidos, los artistas tan famosos. Tiene una parte en colores [remarca] representando juegos artificiales […]”. Además, entablaron negociaciones con los productores franceses Pathé, Gaumont y Anhert. Cabe mencionar que, en esa época compraban las películas, literalmente, por metros. Posteriormente los costos contemplarán tanto los derechos de exhibición, como el número de copias.

Por su parte, Jorge Miguel en El Salvador fundó la compañía Superfilm Corporation of America en 1924, e ideó una novedosa forma de promoción de películas —editaba partes importantes de una película y las exhibía como adelantos de los próximos estrenos— que, con el tiempo, corresponderían a los trailers o avances. Para fines de este año exhibió Esposas frívolas (Dir. Erich von Stroheim, 1922).

A partir de enero de 1935 radicó en México, a donde llegó con su esposa María Lemus y sus hijos Yolanda y Mario, ambos salvadoreños. Al igual que en El Salvador, Dada se dedicó a la distribución de películas, pero también financió varias producciones mexicanas mediante la compra anticipada de derechos territoriales para su exhibición. Era frecuente que solicitara la distribución en México, Estados Unidos, España y sus colonias y territorios. En enero de 1935 firmó un contrato con Elías Miguel Zacarías para exhibir Sobre las olas (Dir. Miguel Zacarías, 1932) y Payasadas de la vida (Dir. Miguel Zacarías, 1934), basadas en la novela homónima de su autoría. Obra con la que inició su trabajo como escritor de historias llevadas al cine:

“El enorme éxito alcanzado en todas partes por la película Payasadas de la vida y la popularidad de Jorge M. Dada autor de la novela, música y canciones de la misma, han inclinado a importantes productores a disputarse las obras de este escritor y compositor que goza de mucho renombre en toda la América Latina. Hemos sido informados que dos poderosas casas productoras empezarán muy pronto el rodaje de otras dos novelas del referido escritor: Irma la mala, formidable drama social, y Dos cadetes, una comedia musical de género nuevo, que seguramente obtendrán aún mayor éxito que Payasadas de la vida y en las cuales el compositor Jorge M. Dada ha incluido sus más bellas e inspiradas canciones “ (Éxito de Jorge M. Dada. Mundo Cinematográfico. México, julio-agosto de 1935. P. 3).

En 1936 Rolando Aguilar dirigió Madres del mundo, escrita y musicalizada por Dada. Ese mismo año contrató la película Rosario (Dir. Miguel Zacarías, 1935) con la compañía de cines Modernos, cuyo presidente era Isaac Capon y gerente Oscar Granat.

Para 1938 contrató varias películas, entre ellas Los bandidos de Río Frío (Dir. Leonardo Westphal, 1938) producida por Francisco Vives, mediante un contrato que lo estableció como concesionario. Otras películas contratadas por Dada incluyeron: El secreto de la monja (Dir. Raphael J. Sevilla, 1939); La gran cruz, con novela del propio contratista; La virgen de la sierra (Dir. Guillermo Indio Calles, 1939), producida por Alejando Seyffert; y Rosa de Xochimilco (Dir. Carlos Véjar hijo, 1938), del mismo productor.

En 1940 obtuvo la concesión de La torre de los suplicios (Dir. Raphael J. Sevilla). En dicho contrato se le reconoce como el autor y tenedor de los derechos del guión. En ese mismo año, financió la filmación de El milagro de cristo (Dir. Rafael Arzoz) y Amor de los amores (Dir. Miguel Zacarías).