AUB Mohrenwitz, Max
París, Francia,1903
México, D.F., 1972

Archivo fotográfico del CONACULTA-INBA y del CNIPL 

ació el 2 de junio de 1903 en París, Francia. Murió en la Ciudad de México el 22 de julio de 1972. Fue novelista, cuentista, ensayista, dramaturgo, poeta español y guionista; naturalizado mexicano en 1955. A la edad de 11 años fue a vivir a Valencia, España. Sobresalió como uno de los escritores jóvenes allegados a José Ortega y Gasset. Fue director del Teatro de Universidad de Valencia. Hasta la caída de la República española fungió como Secretario del Consejo Nacional de Teatro. Abandonó España en 1939, al triunfo de Francisco Franco, y se radicó en México en 1943 en donde escribió la mejor y mayor parte de su vastísima obra. Fue director de Radio UNAM durante seis años; fundó la serie Voz Viva de México que contiene la grabación de la voz de escritores y artistas notables. Fundó las revistas Los sesenta y Sala de Espera; fue colaborador de Excélsior.

Prolífico autor, entre sus libros figuran: Los poemas cotidianos (1925); Narciso (teatro, 1928); Teatro incompleto (1931); Fábula verde (cuentos, 1933); A España (1934); Vida y obra de Luis Álvarez Petreña (novela, 1935); Proyecto de un teatro nacional (1936). Aub fue crítico teatral del diario El Nacional (1947-1949), en donde tuvo a su cargo la columna titulada El Teatro de México.

A partir de 1965, la editorial Joaquín Mortiz empezó a publicar Las vueltas (Obras incompletas de Max Aub). En 1985, la editorial Aguilar presentó el libro Conversaciones con Luis Buñuel, con prólogo y selección de Federico Álvarez. Este volumen consta del material que Max Aub dejó al morir y tiene como base 5 mil hojas con sus borradores de entrevistas a Dalí y Buñuel, así como amigos y familiares de ambos y del propio Aub.

JTC (seud). Iniciales del heterónimo Jusep Torres Campalans. El 3 de julio de 1958, Max Aub presentó su novela Jusep Torres Campalans en las Galerías Excélsior, al mismo tiempo que una exposición de pinturas firmadas por JTC hacía marco propicio al evento (eran éstas las iniciales del nombre del supuesto pintor, personaje de la novela de Max Aub). En el “Catálogo“ que figura en la novela, p. 305 de la 1ª edición, se atribuye la propiedad de la pintura El tabernero de la esquina a Roger de Montluc; sin embargo, en el Foro de Excélsior un lector revela: “Jusep Torres Campalans nunca ha existido; Max Aub sí... ¿Qué opinarán los compradores de obras del fantasma Jusep Torres Campalans? Yo soy uno de ellos. Adquirí El Tabernero de la esquina por $250.00". (Max Aub y Jusep Torres. Por Francisco Campos Rivera. Excélsior. 26 enero de 1972. P. 7)

La jornada Semanal. Año 1, No. 26,
domingo 17 de marzo de 1985.

“Max Aub fue un escritor profesional en este sentido, no en el vivir de sus libros. Buena parte de su trabajo nunca se imprimió en forma encuadernable: los textos periodísticos, los guiones que escribió con Mauricio Magdaleno para Emilio Fernández [y muchos más]. Perteneció a un tipo de hombre de letras a punto de extinguirse: aquellos para quienes los géneros no son compartimentos estancos sino modalidades de una sola escritura.” (Max Aub: Escribir como hábito y pasión. Por José Emilio Pacheco. Revista de Bellas Artes. Tercera Época, No. 9, diciembre de 1982. P. 60)

La aportación de Aub al cine no acabó con su copiosa relación de guiones. En efecto, en 1949 tradujo y publicó El silencio es oro / Le silence est d’or, el guión de René Clair llevado al cine en 1947; en 1965 publicó en Francia Campo Francés, nuevo eslabón de su serie Campos, que retoma los elementos de Morir por cerrar los ojos, basados en su exilio francés al acabar la guerra civil, pero expuestos aquí con un tratamiento de guión cinematográfico. Tratamiento que no debe sorprender a quien haya leído con alguna atención los textos que componen El laberinto mágico, dotados muchas veces de una impresionante evidencia óptica, que invita a su transplante cinematográfico. En 1965 fue nombrado jurado del Festival Internacional de Cannes y, cuando falleció, remataba una monumental y exhaustiva biografía de Luis Buñuel, a quien conocía desde 1925. “... en la Ciudad de México, dejó sobre su gran mesa de trabajo, ordenadas en más de un centenar de carpetas, alrededor de cinco mil hojas escritas a máquina en torno a un proyecto de ‘novela’ sobre el gran cineasta y viejo amigo suyo Luis Buñuel. La idea de escribir un libro sobre Buñuel le fue sugerida, con todas las libertades imaginables, por Agustín Caballero, Enrique Montoya y Antonio Ruano, de la Editorial Aguilar, en 1967, y fue acogida por Max Aub con enorme interés. Puede decirse que desde entonces, hasta su muerte, todas sus fuerzas, día a día debilitadas, y todo su tiempo, multiplicado por su asombrosa laboriosidad, fueron dedicados a este proyecto”. (ÁLVAREZ, Federico/, Prólogo y Selección. Aub Max. Conversaciones con Buñuel. Madrid, Aguilar, 1984. P. 9)

La dedicación cinematográfica de Max Aub fue intensa. El 20 de julio de 1936 Aub conoció en Madrid al escritor André Malraux, a la sazón piloto al servicio de la República, y volvería a encontrarlo de nuevo en Barcelona en 1938, con motivo del proyecto Sierra de Teruel (Espoir, 1938-39) en el que Aub trabajaría como ayudante de dirección de Malraux y cuyo guión de rodaje publicaría luego en México (Ediciones Era, 1968), con un interesante prólogo suyo. Después de permanecer en los campos de refugiados del sur de Francia, en 1943 consiguió marchar a México. También en 1943 inició su copiosa aportación literaria a la producción cinematográfica mexicana. De este año data Distinto Amanecer, filme de Julio Bracho inspirado en algunos elementos de La Vida Conyugal de Aub. En el mismo año adaptó El globo de Cantoya, original de Alberto Quintero Álvarez, con diálogos de Eduardo Ugarte, cinta realizada por Gilberto Martínez Solares. Aub volvió a colaborar con Ugarte en la adaptación de La monja Alférez (1944), argumento de Marco Aurelio Galindo, dirigida por Emilio Gómez Muriel.

Aub fue dialoguista de Amok (1944), la novela de Stefan Zweig llevada a la pantalla por el español Antonio Momplet; también fue coadaptador con Neftalí Beltrán de la zarzuela Marina (1944), en versión dirigida por su compatriota Jaime Salvador. Guionista de Sinfonía de una vida (1945), de Celestino Gorostiza; de La viuda celosa (1945), de Fernando Cortés (adaptando La viuda valenciana, de Lope de Vega); coguionista de El sexo fuerte (1945), de Emilio Gómez Muriel; de La rebelión de los fantasmas (1946), Contra la ley de Dios (1946) y Otoño y primavera (1947), los tres filmes realizados por Adolfo Fernández Bustamante. Guionista de Hijos de la mala vida (1946), de Agustín P. Delgado; coguionista de Al caer la tarde (1949), de Rafael E. Portas; argumentista y coguionista de Mariachis (1949), de A. Fernández Bustamante; y guionista de El charro y la dama (1949), adaptación de La fierecilla domada dirigida por Fernando Cortés.

Cartel de la cinta Los olvidados
(Dir. Luis Buñuel, 1950)
Colección IMCINE

Aunque difícil de confirmar, según el historiador español de cine, Roman Gubern, “en 1950 Max Aub colaboró, aunque no fue mencionado en los títulos de crédito, en los diálogos de Los olvidados, de Luis Buñuel”.

Prosiguió su entrega a la industria como coguionista de Para que la cuña apriete (1950), de Rafael E. Portas; coargumentista de Pata de palo (1950) y coguionista de Entre tu amor y el cielo (1950), ambas de Emilio Gómez Muriel y basada la segunda en El místico, de Santiago Rusiñol; coguionista de Historia de un corazón (1950), de Julio Bracho, y de Cárcel de mujeres (1951) de Miguel M. Delgado. Prolongó esta carrera hasta 1954, año en el que apareció como coargumentista con Mauricio de la Serna de La desconocida de Chano Urueta. Sobresale su trabajo con el escritor Mauricio Magdaleno, sobre todo en la última etapa de escritor de historias para el cine mexicano. Aunque hay otras dos obras basadas en sus creaciones que se filmaron posteriormente: Triángulo (Dir. Alejandro Galindo, 1971), sobre su pieza teatral Deseada, y La ejecutiva (Dir. Javier Zarco Torres, 1995), basada en su narración Avorazados.