ARGÜELLES
Cano, Hugo Veracruz, Veracruz, 1932 | |
| Archivo fotográfico
del CONACULTA-INBA y del CNIPL |
ramaturgo,
guionista de cine y televisión, director de teatro, conductor
y colaborador de programas de televisión. Nació
en Veracruz, Veracruz, el 2 de enero de 1932.
Cuando ya era dramaturgo, sin abandonar la
literatura estudió medicina y se graduó de médico general.
También estudió la carrera de actor en la Escuela de Arte Teatral
del INBA (Instituto Nacional de Bellas Artes) y obtuvo el título de maestro
en Letras, especializado en Arte Dramático en la Facultad de Filosofía
y Letras de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México).
En
1959, con su obra Los cuervos están de luto,
Argüelles ganó el Premio Nacional de
Teatro. Se trata de una de las farsas más representadas en el teatro
mexicano, que también tuvo éxito en su adaptación al cine.
De 1970 a 1973 fue profesor de la Escuela de
Arte Dramático del INBA, así como del Centro Universitario
de Teatro (CUT). Fue profesor también de 1979 a 1982,
en la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM. Además,
en el Tecnológico de Monterrey ha impartido seminarios
de Teatro. En el sector público, en el IMSS (Instituto
Mexicano del Seguro Social), fue profesor de creación
literaria de teatro en 1981-1982. En 1979 fundó su propio
taller de literatura dramática. En este mismo año
fue Presidente del Comité de Premiación de la
Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas.
Entre 1957
y 1961 obtuvo varios premios, entre ellos, el de la revista Estaciones
con su obra Los prodigiosos y el Juan
Ruiz de Alarcón, otorgado por el INBA, con su obra El
velorio en turno, que posteriormente denominará Los
cuervos están de luto. El tejedor de
milagros recibió en 1962, el premio de PECIME y el de la crítica
especializada. En 1963, Doña Macabra
obtuvo todos los premios del año a la mejor serie de televisión.
La ronda de la hechizada fue seleccionada
para inaugurar las Olimpiadas Culturales en
1967.
Hugo Argüelles fue también maestro fundador,
en 1962, de la Escuela de Bellas Artes de Puebla y ha dictado conferencias sobre
su obra en diferentes centros culturales de la República Mexicana, así
como en Universidades de los Estados Unidos y Roma. También ha desempeñado
diferentes cargos, entre los que podríamos señalar: La vicepresidencia
del Taller de Escritores Cinematográficos, de 1975 a 1976; consejero cultural
del Teatro de las Américas y secretario del interior del Sindicato de Escritores
Cinematográficos.
“En su juventud hubo otra
experiencia que resultó determinante para su carrera, en la Facultad de
Medicina lo nombraron director de Actividades Culturales de la Sociedad de Alumnos,
y entonces decidió hacer teatro.
“Fue cuando
presentaba Las cosas simples (1956), de Héctor
Mendoza, que Salvador Novo, impresionado por el trabajo del joven Argüelles,
le ofreció una beca para estudiar en la Escuela de Arte Teatral de Bellas
Artes, lo cual aceptó sin titubear.
“Ya en
la Escuela de Arte Teatral, Emilio Carballido y Sergio Magaña fueron los
maestros que más influyeron en la formación de Argüelles como
dramaturgo, y precisamente, como trabajo final de una de las materias que impartía
el maestro Carballido, de lo que originalmente era una tarea de adaptación
de entre 20 y 25 minutos, resultó una obra mayor: Los
cuervos están de luto, pieza que posteriormente ganaría varios
premios por el reconocimiento del público y la crítica”. (Hugo
Argüelles recibirá un homenaje. El
Nacional, sección cultura, 13 de enero de 1994. P.15)
Vendrían
otros éxitos del dramaturgo con obras como: La
dama de la luna roja (1970), El retablo del
gran relajo (1981) y El ritual de la salamandra
(1982); entre otras creaciones.
Como formador de escritores
ha tenido gran influencia; entre sus alumnos se cuentan Víctor Hugo Rascón
Banda, Oscar Liera, Sabina Berman, Carlos Olmos y Jesús González
Dávila, todos ellos ganadores del Premio Nacional
de Teatro.
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Ha recibido los siguientes homenajes:
El Ateneo Español
en México, por haber sido premiado como
el mejor autor del año por El
ritual de la salamandra en 1982; La UCCT (Unión
de Cronistas y Críticos de Teatro) organizó
varios actos por su trayectoria como dramaturgo y maestro
en 1983; PRONARTE (Productora Nacional de Radio y Televisión)
grabó un programa especial de TV sobre su vida,
1984; en 1990, la ANDA (Asociación Nacional de
Actores) organizó un homenaje en el que participaron
más de 40 actores que han representado sus obras.
Fue nombrado hijo predilecto del puerto de Veracruz, 1988.
Y fue becario del FONCA (Fondo Nacional para la Cultura
y las Artes) de 1991 a 1992.
En 1992 impartió un taller y una
cátedra en la Escuela de Escritores de la Sociedad
General de Escritores de México (SOGEM). En septiembre
del 2000 se encontraba escribiendo la Trilogía
Dolorosa Tragicomedia de Maximiliano y Carlota.
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Archivo fotográfico del
CONACULTA-INBA y del CNIPL |
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SU TRABAJO EN EL CINE
Realizó sus primeros guiones con la colaboración
de Julio Alejandro de Castro y Emilio Carballido. Hizo propuestas innovadoras
para el cine mexicano como escribir para la primera película que tratara
el tema homosexual en México La primavera
de los escorpiones (Dir. Francisco del Villar, 1971). Dos de sus guiones,
La sirena de barro y Concierto
campestre fueron vendidos al extranjero en 1981.
A
continuación transcribimos algunos pasajes de una entrevista que concedió
en 1991, donde habla de experiencia en el cine:
- ¿Como
empezó a escribir guiones para cine?
- Al trabajar
con Paco del Villar en 1962. Fue mi director
y productor, el que me abrió las puertas del cine mexicano en grande, me
filmó mis obras de teatro El tejedor de milagros
[Premio PECIME a la mejor película en 1962] y luego Los
cuervos están de luto [Premio PECIME a la mejor película
en 1964] pero como yo estaba empezando, colaboraron conmigo en ambos guiones Julio
Alejandro [de Castro] y Emilio Carballido. Paco
y yo teníamos diferencias constantes, nos peleábamos; finalmente
me fui a trabajar con [Gregorio] Walerstein y a través de este productor
básico conocí a [Roberto] Gavaldón (al que yo admiraba mucho).
El
primer guión que hice con Gavaldón fue Las
figuras de arena luego Doña macabra
y después Las cenizas del diputado.
Del Villar me busca y regreso con él para hacer Las
pirañas aman en cuaresma, volvemos a tener otra desavenencia y me
voy; hago varias adaptaciones para Gregorio Walerstein. (...) En 1973 regreso
nuevamente con Paco del Villar y hacemos La
primavera de los escorpiones. Creo que mis guiones más populares
son Los cuervos están de luto y El
tejedor de milagros (adaptaciones de mis obras de teatro), pero para el
cine especialmente, escribí Las pirañas
aman en cuaresma, La primavera de los escorpiones
(1971) y Las figuras de arena (1969); que,
han pasado los años y me siguen gustando.
- ¿Cómo
es ese paso de manejar diferentes géneros y estilos en guiones de cine,
teatro y televisión?
- Me encanta estar experimentando,
ser autor de muchos géneros y manejar todos los estilos existentes, y así
hacer combinaciones y mezclas. Por ejemplo, hace tres días que tengo una
tentación: Escribir una obra de teatro infantil, pero de humor negro. A
nadie se le ha ocurrido tal cosa, y esto es lo que me motiva en principio: El
deseo de experimentar.
- ¿Ahora está trabajando
algún guión?
- No, porque no creo en el cine mexicano que
se está haciendo desde hace muchos años, como
no estoy de acuerdo, no hago nada para él (...)”(La
experiencia de un guionista. Por Socorro González
Ocampo y Ana María Jaramillo. Entrevista con Hugo Argüelles.
Nitrato de plata, No. 6,
julio-agosto de 1991. PP. 7-11)
A propósito de la publicación
del guión Las pirañas
aman en cuaresma, el director y escritor de cine
José Buil, repasó con vehemencia el quehacer
cinematográfico de Argüelles, y para finalizar
destacó que: “Argüelles es un autor
que poco a poco se fue haciendo un sitio en nuestra memoria
colectiva y no fue a través del teatro, sino de
la televisión y el cine, donde llenó un
espacio de imaginería popular, al grado que hoy
día mucha gente recuerda a Doña
macabra o Las pirañas...
o los Cuervos... o
Las Urracas, sin saber
que su autor se encuentra aún disfrutando de la
sublime celebridad que es el anonimato.
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Portada del guión Las
pirañas aman en cuaresma
ARGÜELLES, Hugo. Editorial Ágata, Colección
Cine,
Guadalajara, Jalisco 1993, PP. 133
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“Finalmente –abundó Buil– hay que
anotar el empeño de Editorial
Ágata que se atreve a editar un guión para
una película, en medio de un ambiente en contra, que
desprecia y considera al libreto cinematográfico como
todo, menos como literatura, es decir, como algo escrito sólo
para los que hacen la película, como si un guión
no contara en el corpus de una obra autoral, como si el lenguaje
que lo teje estuviera muerto”. (La
otra escritura de Argüelles. Por José Buil.
La Jornada semanal, No.
237, 26 de diciembre de 1993. P. 30)
OTROS GUIONES DE
CINE REGISTRADOS EN SOGEM:
La esfinge de las maravillas,
El fuego nuevo, Macho
y hembra, La palabra de
Dios; Silencio, Cámara,
México; Tentaciones
de verano; Una vez un hombre;
La vieja cabra II y Su
señoría Porfirio de Clipperton.