VILLAR Schaffino, Francisco
del
México, D. F., 1920
México, D. F., 1978 |
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| Acervo Cineteca
Nacional |
irector,
guionista, productor y periodista. Nació en la Ciudad de México
en 1920 y murió el 1 de septiembre de 1978 en la misma ciudad. Su incursión
en la industria cinematográfica nacional se dio al formar parte de la empresa
que fundó Manuel Barbachano Ponce, llamada
Teleproducciones S.A., en 1950.
Francisco del Villar
ocupó un lugar destacado en el periodismo. Entre 1952 y 1954 fue director
de la revista Hoy. Tiempo después su
atención se centró en la cinematografia por lo que inició
sus estudios en Roma, Italia.
Su desempeño periodístico
fue una influencia importante en su carrera como documentalista. Realizó
cerca de 70 cortos y largometrajes documentales de diferentes temas en la empresa
de su propiedad: Producciones Sagitario. Entre
sus obras más destacadas en este campo, figuran: El
hombre de la isla (1952), Tierra de esperanza
(1952) e Historia de un río (1954),
las cuales codirigió con el cinefotógrafo alemán Walter Reuter
En
1953, participó en el Festival Mundial de la Película Deportiva
en Italia, con el corto, Toreros mexicanos
y en Festival Internacional del Filme en Cannes, Francia con otro corto llamado
Pintura mural mexicana. En 1956 produjo y
dirigió los documentales Palacio Nacional
y Mundo ajeno , que fueron premiados
con el Ariel correspondiente al Premio
Especial de Cortometraje en 1957, además de que participaron en
el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, España, también
en 1957.
Más adelante realizó Chilapilla
43 (1964), con el que obtuvo La Diosa de Plata
al mejor cortometraje y el premio Piedra del Sol,
en el Concurso Hispanoamericano de Cine. Además de que, en 1964 fue el
productor de los documentales: El Cordobés
(Dir. Ángel Bilbatua, 1964) y Xekik
(Dir. Adolfo Garnica, 1964).
Debutó como director de largometrajes
de ficción con El tejedor de Milagros
en 1961, cinta basada en la pieza homónima del dramaturgo Hugo Argüelles.
Esta cinta marcó también una relación estrecha, no exenta
de dificultades, entre director y el dramaturgo Hugo Argüelles. Otros de
los grandes dramaturgos mexicanos con los que Francisco del Villar trabajó
fueron, Emilio Carballido y Vicente Leñero.
Entre
1961 y 1974 realizó alrededor de 15 películas entre las que destaca
Los Cuervos están de luto (1965) con
la que obtuvo La Diosa de Plata en 1966.
En
1967, coprodujo la cinta The Gunslinger /
El pistolero fantasma (Dir. Albert Zugsmith,
largometraje con el que logró un acuerdo de distribución de sus
películas con la Columbia Pictures,
y al siguiente año dirigió El Criado
malcriado / Un ladrón en mi cama,
protagonizada por Mauricio Garcés.
A finales de 1968
fundó su propia productora de largometrajes Del
Villar Films, para la que dirigió Trampa
para un cadáver (1968), con argumento de Luis Alcoriza; Almohada
para tres (1969), Las Pirañas aman
en cuaresma (1969), La Primavera de los escorpiones
(1971), El Festín de la loba (1972)
y El Monasterio de los Buitres (1972), con
la que obtuvo La Diosa de Plata en 1974.
Cabe
destacar que entre las películas que Francisco del ViIlar dirigió,
se encuentran aquellas que más controversia causaron, en esa época,
por los temas, su tratamiento y los desnudos protagonizadas por la actriz Isela
Vega.
Francisco del Villar fue productor y escritor de los
guiones de siete de sus realizaciones. En colaboración con Vicente Leñero
escribió: El Festín de la loba
(1972), El Monasterio de los Buitres (1973),
El Llanto de la tortuga (1974) y Cuando
tejen las arañas (Dir. Roberto Gavaldón, 1977). Mientras
que junto a Hugo Argüelles escribió: El
tejedor de Milagros (1965), Los Cuervos están
de luto (1965) y La Primavera de los escorpiones
(1971). Además de que participó en la creación de los guiones
de las cintas: Domingo Salvaje (Dir. Francisco
del Villar, 1966) con Emilio Carballido y La Viuda
negra (Dir. Arturo Ripstein,1977).
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Cartel de la película
El llanto de la tortuga, protagonizada por Isela Vega. El
cartel cinematográfico. México, Cineteca Nacional, 1997.
P. 68 |
De su trabajo junto a Francisco
del Villar, el dramaturgo Hugo Argüelles comentó: "Trabajé
con Paco del Villar en 1962. Fue mi director y productor; el que me abrió
las puertas del cine mexicano en grande. Me filmó mis obras de teatro:
El tejedor de Milagros (Premio PECIME a la
mejor película en 1964) y luego Los Cuervos
están de luto (Premio PECIME a la mejor película en 1965),
pero como yo estaba empezando, colaboraron conmigo en ambos guiones Julio Alejandro
de Castro y Emilio Carballido (…)”. (La
experiencia de un guionista. Entrevista de Socorro González Ocampo
y Ana María Jaramillo. Nitrato de plata.
No. 6 julio-agosto de 1991. P. 7-11)
Luego de un breve distanciamiento
Del Villar volvió a trabajar con Argüelles: “Del Villar me busca
y regreso con él para hacer Las Pirañas
aman en cuaresma, volvemos a tener otra desavenencia y me voy; hago varias
adaptaciones para Gregorio Walerstein. (...) En 1973 regreso nuevamente con Paco
del Villar y hacemos La Primavera de los escorpiones.
Creo que mis guiones más populares son Los
Cuervos están de luto y El tejedor
de Milagros (adaptaciones de mis obras de teatro), pero para el cine especialmente
escribí Las Pirañas aman en cuaresma,
La Primavera de los escorpiones y Las
figuras de arena que, han pasado los años y me siguen gustando".
(Idem).
Francisco del Villar también dirigió
la Asociación de Productores de la República Mexicana; fue director
general de CONACITE II y en 1976 fue director general de CONACINE, cargo que desempeñó
hasta su muerte.
Al hablar de su muerte el periodista Fernando
Morales Ortiz destacó: "De pronto, asociado con la Columbia
Pictures (…), el señor del Villar descubrió su habilidad
para el cine erótico e inició su ciclo de audacias y violencias,
con nombres de animales mezclados siempre en los títulos Las
pirañas aman en cuaresma (1969) -por ejemplo- con Isela Vega en
pleno todoalaire; El
monasterio de los buitres, con Enrique Álvarez Félix; El
llanto de la tortuga y Cuando tejen las arañas.
(…)
“Pasó del CONACITE II a CONACINE
en una difícil etapa de transición (…)
“El pleito
ANDA-SAI [Asociación Nacional de Actores v.s. Sociedad de Actores Independientes]
vino finalmente a convertirse en su obsesión, en su angustia. Viejo amigo
de David Reynoso y de Enrique Lizalde, habló con los dos, le hizo sentir
el predicamento en que estaban colocando a CONACINE en perjuicio del plan de producción,
que de suspenderse afectaría a todos los trabajadores del STPC [Sindicato
de Trabajadores de la Producción Cinematográfica].
“(…)
Esta misma semana [próxima a su fallecimiento] se dijo por ahí “que
en el comité central del STPC, se exigiría a CONACINE, el estricto
cumplimiento de su contrato laboral con las seis secciones, para obligarlo a reanudar
la producción inmediatamente y como diera lugar, aunque fuera solo con
artistas fieles a Reynoso. (…)
“Paco simpatizaba
con los actores insurgentes (…) El sabía que en todo caso, su situación
se hacía cada vez más comprometida y que al fiel de cuentas no quedaría
bien ni con Dios ni con el diablo. Y por eso sentenciaba, burlón sin una
queja, pero ahora ya sé que íntimamente convencido de su sino: ‘Me
van a romper el hocico, Fernando’. Y ¡Ya ve usted!… Su entrega
su pasión por las causas más dolorosas del cine mexicano, ¡le
rompieron hasta el corazón!”. (A Paco
del Villar lo mataron las presiones de su puesto. Por Fernando Morales
Ortiz. El Sol de México, 3 de septiembre
de 1978, Espectáculos. P.1)