RIVA Gutiérrez,
Juan Antonio de la
San Miguel de Cruces, Durango,
1953 |
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Foto de Sergio Bejarano
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uionista
y director de cine. Nació en San Miguel de Cruces, Durango,
el 21 de diciembre de 1953. Vivió su infancia junto a
su padre, que se dedicaba a exhibir películas a los trabajadores
de los aserraderos. Sobre su infancia el mismo Juan Antonio
de la Riva platica: “Mi padre fue proyeccionista de un
cine ambulante. Con él recorríamos algunos pueblos
de la sierra de Durango, mi madre, mis hermanos, un amigo y
yo todavía muy pequeño. Años después
la familia se estableció en San Miguel de Cruces en el
cine que hasta la fecha sigue funcionando.” (La
génesis de un film. Por Juan
Antonio de la Riva. Expediente de la Cineteca No. E-0661).
Es profesor de cine en la Universidad Nacional
Autónoma de México. Entre 1995 y 1998 fue director
del Instituto de Cultura Municipal del ayuntamiento de Durango.
El 8 abril de 1999 asumió el cargo de secretario general
de la sección de Directores del Sindicato de Trabajadores
de la Producción Cinematográfica al sustituir
a Julián Pastor.
Fue asistente de dirección de Jaime
Humberto Hermosillo en los filmes Matinée
(1976), Naufragio (1977)
y Las apariencias engañan
(1978) y director de conjuntos en María
de mi corazón (1979), del mismo director.
Estudió dirección en el Centro
de Capacitación Cinematográfica (CCC). Con el
cortometraje Polvo vencedor del
sol (1979), trabajo final para dicha institución,
obtuvo el Ariel al Mejor
Cortometraje de Ficción (1979), así como el premio
principal de ficción en el Festival Internacional de
Filme de Cortometraje y Documental de Lille, Francia (1980).
Su primer largometraje, Vidas errantes
(1984), obtuvo los siguientes reconocimiento: el Premio de la
Televisión Española a la Mejor Ópera
Prima y el Premio FIPRESCI de la Crítica Internacional
en el Festival de San Sebastián, España; el Primer
Premio a la mejor Ópera
Prima en la Bienal de Bogotá, Colombia; el Premio
Especial del Jurado en el Festival de La Habana, Cuatro Diosas
de Plata y los Arieles
en las categorías Argumento Original y a la Mejor Ópera
Prima en 1985. Fue exhibida también en Alemania
y Brasil.
Como lo expresa Juan Antonio de la Riva, los
recuerdos de la infancia son el origen de esta película:
“De ahí surgió la idea de filmar Vidas
errantes: De recuerdos de infancia, de pláticas
con mis padres, de relatos y anécdotas de los paisanos,
de enseñanzas sobre la vida en la sierra y el oficio
de exhibir películas y de una gran admiración
por el cine mexicano. El cine que vi durante mi niñez
y al que con esta película he querido hacerle un pequeño
homenaje.
“Después de terminar mis estudios
en el Centro de Capacitación Cinematográfica con
el cortometraje Polvo vencedor
del Sol, escribí el primer tratamiento de Vidas
errantes en un taller de guión con Jaime Humberto
Hermosillo, quien fuera mi maestro y con quien trabajé
como asistente de dirección en tres ocasiones. […]
“Cuatro años después, con la colaboración
de Tomás Pérez Turrent, se escribió el
guión definitivo que era más sencillo y claro
en su estructura. […]
“Vidas errantes
es además de un homenaje al cine, un reconocimiento a
los que lo hicieron (Ismael Rodríguez, Emilio Fernández,
Gavaldón, Martínez Solares, entre otros) y trazaron
un camino que nunca se recorrió lo suficiente para explorarlo.
“Siempre he creído que al hacer
una película, uno debe pensar en el público que
va a verla. En el caso de mi anterior cortometraje [Polvo
vencedor del Sol] y de Vidas
errantes debo decir que fueron hechas pensando en el
público del lugar donde se filmaron: San Miguel de Cruces,
mi pueblo natal.
“Incluso algunas de estas personas vivieron
los hechos narrados en ambos casos y participaron en su filmación”.
Su tercer filme Pueblo
de madera (1990) fue exhibida en varios festivales: en
Puerto Rico, en el XVI Festival de Cine Iberoamericano de Huelva,
España, en el que recibó mención especial;
en el XII Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana
Cuba, donde recibió los reconocimientos Tercer Premio
Coral y El premio al mejor
guión; en México recibió el Ariel
Sobre la problemática de hacer guiones
críticos, el escritor menciona: “Hay mil pretextos
para evitar que un guión se lleve a la pantalla. Siempre
te salen con argumentos como que es una historia muy elemental,
que es muy costoso o simplemente que no les gusta.
“Hay otro aspecto: Filman tu guión
y lo enlatan, o en el mejor de los casos lo exhiben en las peores
salas, donde no se para nadie y a la semana lo quitan y lo guardan.”
(Los cineastas jóvenes nos
estrellamos con la incredulidad: Antonio de la Riva.
Por Miguel Angel Quemain, Unomasuno,
10 enero, 1985. P. 17).
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Cartel de El gavilán
de la sierra
(Dir.Juan Antonio de la Riva, 2000)
Colección IMCINE |
En el 2000 filmó El
gavilán de la sierra de la cual expresó:
“Se puede decir que esta película es el proyecto
más ambicioso que he tenido en toda mi carrera como realizador,
ya que he de confesar, que tenía ya muchos años
queriéndolo llevar a cabo, pero por diversas circunstancias
no había sido posible.
“Después de Pueblo
de Madera —añadió— ya venía
manejando la posibilidad de llevar a cabo este guión,
pero a pesar de la distancia en años, este argumento
que escribí, no ha perdido vigencia, por lo que lo pudimos
situar en la época actual, un reflejo de la Sierra de
Durango.” (Juan Antonio de
la Riva vuelve a su tierra natal para filmar “El gavilán
de la sierra. Por Fabián de la Cruz Polanco. El
Heraldo de México, sección espectáculos,
12 de octubre de 2000. P.1).
Para Televicine realizó las películas
¡Soy libre! (1991);
Más que alcanzar una estrella
(1992), La última
batalla (1993), Una maestra
con ángel (1993); La
Chilindrina en apuros (1994); Elisa...
antes del fin del mundo (1996); Como
a veces llueve en mayo (1998) y El
último profeta (1999). Sobre este hecho el mismo
autor narra: “Cuando yo terminé Pueblo
de Madera sentí que el paso lógico era
hacer La sierra y el viento,
el otro proyecto, pero justamente viene ahí la inexplicable
cerrazón de puertas, decir; ni una película más
en la sierra.
“Me quedo sin la posibilidad de llevar
a cabo mis proyectos personales y Fernando de Fuentes y Carlos
Amador me llaman de la empresa Televicine para hablar conmigo
de una película.
“Lo último que yo me hubiera imaginado
es que fuera una con Yuri, […] Ahora después de
cuatro películas realizadas en Televicine quisiera volver
a filmar todo otra vez porque tengo muchos más elementos
a la mano para contar las historias.” (Juan
Antonio de la Riva. En: MENDRANO Platas, Alejandro. Quince
Directores del cine mexicano. México, 1999. PP.
106-126).