PORTILLO Gómez, Rafael
Ralph Portillo
México, D. F., 1916
México, D. F., 1995

México Cinema. No. 51, 15 de marzo de 1951. P. 40 

ditor, director y guionista cinematográfico. Nació el 11 de noviembre de 1916 en la Ciudad de México y falleció el 30 de noviembre de 1995, en la misma ciudad.

Su carrera cinematográfica inició en 1935, cuando fue contratado por Jorge Stahl como cortador de negativos en los Estudios y Laboratorios México Films. Al año siguiente ingresó a los Estudios y Laboratorios de la Nacional Cinematográfica, donde continuó su trabajo como cortador.

En 1937 consiguió el puesto de revelador de los Estudios y Laboratorios Gabriel García Moreno, después denominados Estudios Azteca. Con el paso del tiempo ascendió a ayudante de editor, por lo que trabajó al lado de Charles Kimball. A finales de 1942 alcanzó el puesto de editor en jefe. Su primer trabajo fue la edición de la cinta Yolanda (Dir. Dudley Murphy, 1942). (Polvo de estrellas. México Cinema. No. 28, 15 de marzo de 1950. P. 9)

En este mismo año inició su labor como guionista en la película Murallas de pasión del realizador Víctor Urruchúa, cinta por la que Rafael Portillo recibió el Premio a la Mejor Adaptación, otorgado por la Asociación de Periodistas Cinematográficos de México.

Desde la fundación del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica (STPC) en 1943, Rafael Portillo engrosó las filas de esta organización sindical en la rama de técnicos y manuales. Después perteneció a las secciones de directores y escritores.

Debido a su experiencia como editor, Portillo se hizo cargo de 1945 a 1947, de impartir el curso de edición en la Academia Cinematográfica de México, que dirigió Celestino Gorostiza.

En 1948 Rafael Portillo codirigió la cinta La cruz vacía junto con Víctor Urruchúa. Realizó su primera cinta como director en 1952, titulada El fantasma se enamora.
En ese mismo año concluyó su trabajo como editor con el filme Subida al cielo (Dir. Luis Buñuel, 1952). (Directores. Medalla al mérito de director. México, Sociedad Mexicana de Directores, Realizadores de Cine, Radio, Televisión y Videogramas, S. A. de I. P., 1988. PP. 31-32)

Su filmografía como realizador cuenta con más de 40 películas, entre las que se encuentran: Ultraje de amor (1955), La momia azteca (1943), La maldición de la momia azteca (1957), Bolero inmortal (1958), La isla de los dinosaurios (1966), Muñecas de media noche (1976), Río de oro (1980) y Terror, sexo y brujería (1989).

Rafael Portillo fue además un prolífico guionista, y en 1966 ingresó a la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM). Algunos de sus guiones fueron llevados a la pantalla por otros directores, es el caso de: Murallas de pasión (Dir. Víctor Urruchúa, 1943), Traigo mi 45 (Dir. Vicente Oroná, 1952) y Operación Tiburón (Dir. José de San Antón, 1965).

También combinó su trabajo de director-escritor en las cintas: Condenados a muerte (1963), La conquista de El Dorado (1965) y Cautivo del más allá (1967). A partir de 1973 Rafael Portillo usó el seudónimo de Ralph Portillo, por lo que sus siguientes filmes llevaron el crédito con ambos nombres.

A partir de 1983 radicó en la ciudad de Los Ángeles, California. Con motivo de sus cincuenta años como director cinematográfico, Rafael Portillo regresó a México en 1985 para celebrar, y filmó la cinta Juntos frente a la muerte.

En una entrevista realizada para el periódico El Nacional, Rafael Portillo hizo declaraciones sobre el cine mexicano. Respecto a lo que él consideró de mala calidad, dijo que se debió a la pérdida de mercados de Centro y Sudamérica, además de que “después de la Segunda Guerra Mundial no pudimos o no quisimos igualar la calidad de los países que empezaron a hacer cine, como Italia, Alemania y Estados Unidos. Era lógico el desplazamiento”.

Dijo también que para mejorar el cine mexicano, era necesario tener buenos escritores, buenos directores y el deseo de hacer mejor las cosas. Y agregó: “En este arte se trabaja sólo por dos razones: por la nómina o por amor.” (México debe aprovechar el mercado fílmico de Estados Unidos; lo forman 28 millones de hispanoparlantes. Por Arturo Pacheco. El Nacional. Espectáculos, 20 de octubre de 1985. P. 1)