PALACIOS, Fernando A.
México, D. F., 1890
México, D. F., 1960

Revista de Revistas. No. 1476, 4 de septiembre de 1938 

evolucionario, Ingeniero civil, productor, director y guionista de cine. Nació en la Ciudad de México en el año de 1890 y murió el 16 de noviembre de 1960 en la misma ciudad.

En 1938 realizó su Ópera Prima Hambre, película de gran contenido social en donde al intentar representar un extraño equilibrio social, logra captar la contradictoria realidad del México posrevolucionario en el que las demandas sociales, aún se encuentran en efervescencia, a pesar de los intentos del gobierno por cohesionar a la sociedad mexicana; además de reflejar en la cinta su histórica filiación revolucionaria. Hambre causó gran impacto entre la prensa mexicana de la época, destacándose por haber generado polémica en los diarios nacionales, que criticaban en ella su ecléctica postura política, ya que consideraban presentaba posiciones tanto de derecha como de izquierda. Arturo Rigel en Revista de Revistas comenta al respecto: “Ante todo, cabe reiterar el mérito fundamental de Hambre: el asunto la lucha social, en el que el autor presenta y define caracteres de relieve, lo mismo luminoso que sombrío y por igual en las clases adineradas que en el mundo del proletariado. Ha de ser una fuerte y grata sorpresa para todos el argumento de Hambre, que no se inclina a la derecha ni a la izquierda, y que equilibra su tesis en el reconocimiento de los derechos de patrones y trabajadores, en torno a un asunto sentimental y dramático, fustigando con discreción a los capitalistas intransigentes y a los líderes del odio, resolviendo los problemas de nuestra época en armonía de comprensión de justicia y de amor”. (Una visión nueva en la cinematografía mexicana Hambre. Por Arturo Rigel, Revista de Revistas, No. 1476, 4 de septiembre de 1938).

Fernando A. Palacios descubrió a María Félix,
quien protagonizó China poblana

En 1940, descubrió en una calle del centro de la ciudad a María Félix, quien causó gran impactó en su persona; se convirtió en su representante y después de tres años de preparación logró realizar su segunda cinta cinematográfica China poblana, que tenía precisamente como protagonista a María Félix, quien representó a dos personajes históricos adaptados a la pantalla cinematográfica por Fernando A. Palacios especialmente para ella. A pesar de haber descubierto a María Félix, por problemas financieros “tardaría cuatro años en poder hacer una película con su descubrimiento y no volvería a dirigir a María”. (TAIBO I, Paco Ignacio, La doña, México, Planeta, 1991. p. 46)

Finalmente en 1944 realizó la película Cadetes de la naval, protagonizada por Ricardo Montalbán, Abel Salazar, Susana Cora, Miguel Ángel Ferris y Pita Amor.