ORTIZ
Sandoval, Angélica de Jesús México,
D. F., 1924 México, D. F., 1996 |
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| Colección
IMCINE |
roductora
y escritora de teatro, cine y televisión. Nació en la Ciudad de
México el 1 de octubre de 1924 y falleció en la misma ciudad el
26 de octubre de 1996.
Inició su carrera
a la edad de 15 años como representante de actores e interpretó
pequeños papeles en obras de teatro. En 1943 suspendió sus actividades
cuando se casó con el músico estadounidense Arnold Hartman, con
quien tuvo a su única hija, la actriz Angélica María. Durante
seis años radicó en los Estados Unidos, hasta que regresó
a México en 1949, después de divorciarse de Hartman. (Dinámica
y creativa hasta el final, la
productora Angélica Ortiz hizo mutis ayer. Por Notimex y Redacción
de espectáculos. El Heraldo de México.
27 de octubre de 1996. PP. 1, 6D)
En México,
Angélica Ortiz inmediatamente se reincorporó a sus actividades y
junto con Julián Duprez se dedicó a promover el espectáculo
titulado Dominó. A partir de 1953 comenzó
a trabajar dentro de la industria cinematográfica como gerente de la Productora
Astral que se hizo cargo de la cinta Los
que no deben nacer, dirigida por Agustín P. Delgado. Durante ese
mismo año, Angélica Ortiz debutó como guionista en la película
Ángeles de la calle y al año
siguiente escribió su segundo guión para La
mujer que se vendió, ambas realizadas por Agustín P. Delgado.
Como
productora y productora ejecutiva, Angélica Ortiz realizó cerca
de veinte largometrajes y trabajó al lado de varios directores de cine,
entre ellos: Mauricio de la Serna en Pablo y Carolina
(1957); Luis Alcoriza, Tarahumara (1963) y
Tiburoneros (1963); con su segundo marido,
Carlos Velo, Alguien nos quiere matar (1969);
Alberto Isaac El rincón de las vírgenes
(1972) y Arturo Ripstein El castillo de la pureza
(1972).
En 1978 fue llevado a la pantalla
grande su tercer guión titulado La guerra
de los pasteles, cinta dirigida por Fernando Cortés. A finales de
la década de los sesenta, la productora comenzó de manera alterna
a involucrarse en la producción y dirección de teatro en un club
de damas que se dedicaba a recaudar fondos para los niños pobres. En 1974,
Angélica Ortiz adaptó y puso en escena la obra Gigi
y en 1975 Papacito piernas largas, ambas estelarizadas
por Angélica María.
A
partir de entonces Angélica Ortiz se dedicó por completo a realizar
obras de teatro principalmente infantiles, en las que su nieta Angélica
Vale, llevaba el papel estelar, como es el caso de
Zoila sonrisas, Imaginación,
Los tenis rojos,
Mamá ama el rock, Todo
lo que me digas será al revés,
Atrapada en los 60, entre
otras.
Durante los años
ochenta inició su labor en televisión donde realizó programas
como El mago de Oz (1985),
además de telenovelas, entre las cuales se encuentra Lupita
y algunos videoclips. (Despedida.
Por Guillermo Granados. El
Universal. 28 de octubre de 1996. P. 1)
Angélica
Ortiz continuó activa hasta el día de su muerte, produciendo y escribiendo
obras de teatro.
En 1989, Angélica
Ortiz declaró en una entrevista para el periódico El
Nacional, lo siguiente:
“—¿Por
qué ese salto del cine al teatro?
“En un momento el cine se empezó
a hacer por dedazo. Ya no podíamos decidir sobre nuestras producciones.
Dependíamos de los distribuidores, y la industria empezó a estar
mal.
“Antes —agregó—
uno [el productor] era el que resolvía, ahora hay 100 representantes del
cine que opinan y hablan, y al fin de cuentas no aportan nada y tampoco permiten
el progreso. En cambio, en teatro cada productor hace las cosas a su gusto. Si
ganas, bien, si no, también. Es un riesgo que tienes que correr solo. Incluso
podría decir que no regresaría al cine, estoy muy a gusto aquí.”
(Dejé el cine porque se hacía
por dedazo: Angélica
Ortiz. Por José Juan Sánchez H.
El Nacional. Sección espectáculos, 14
de mayo de 1989. PP. 1-3)