NOVARO
Fiora del Fabro, Octavio Guadalajara,
Jalisco 1910 México, D. F., 1991 | |
| Expediente personal.
14-23-11. Archivo Genaro Estrada. Secretaría de Relaciones Exteriores. |
ducador,
periodista y escritor. Nació en Guadalajara, Jalisco el 26 de octubre de
1910. Murió en la Ciudad de México, el 31 de abril de 1991. Padre
de la cineasta María, la escritora Beatriz y el físico Octavio Novaro
Peñaloza. Octavio Novaro participó como escritor en el cine mexicano,
en las películas de Humberto Gómez Landero: Con
la música por dentro / La música
por dentro (1946) y El niño perdido
(1947), ambas protagonizadas por Germán Valdés Tin
Tan.
Licenciado en Derecho por la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM, 1934), se distinguió en
el medio universitario en el periodismo estudiantil, en los concursos de oratoria
que organizó el diario El Universal
y en la creación literaria, lo mismo en poesía lírica como
en odas y sonetos satíricos que dedicó a prohombres de la Universidad
y de la política nacional.
Fue catedrático
de la Universidad Obrera de México (1934); director fundador del Internado
de Secundaria para obreros y campesinos que estableció el gobierno del
presidente Lázaro Cárdenas en Mérida, Yucatán (1936);
director de la escuela Secundaria y Preparatoria para Hijos de Trabajadores de
Coyoacán (1938) y luego de su internado de Secundaria, hasta su clausura
en 1941; director de la Secundaria Nocturna No. 1 y delegado de Educación
Obrera de México en la VIII Conferencia Internacional de la Nueva Educación
(1947), en Ann Arbor, Michigan; director del Centro Hidalgo de Seguridad Social
para el Bienestar Familiar (1962) y primer director general de la Unidad Cuauhtémoc
de Servicios Sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social en Naucalpan (1963-1964
y 1966-1968).
De su actividad periodística
figuró entre los fundadores de El
Popular (1931) y destacaron sus colaboraciones en los
periódicos El Universal,
La Prensa, Novedades
y El Día.
“Invitado
por el Consejo Británico de Londres estuvo en Inglaterra durante la Segunda
Guerra Mundial y escribió reportajes y entrevistas exclusivas con importantes
personajes mundiales (‘George Bernard Shaw’ y ‘El Dean Rojo
de Inglaterra’, ‘Los ingleses y la expropiación petrolera en
México’, ‘Un periodista blanco en los motines raciales de Harlem,
N.Y.’ y otros) para [el periódico] La
Prensa de México, la United
Press y revistas nacionales y norteamericanas (…) “ (Enciclopedia
de México. Edición especial para Encyclopaedia
Britannica de México. Tomo 10, México, 1993. P. 5827).
De
1942 a 1950 se desempeñó como gerente de publicidad de la Editora
de Periódicos S. C. L. de los diarios La
Prensa y Prensa
Gráfica.
Octavio
Novaro, fue autor de la columna Las jornadas
del Escriba del suplemento cultural México
en la Cultura, hasta su clausura en 1973; participó
como consejero de Productora e Importadora de Papel (PIPSA); fue cofundador y
uno de los directores de la Sociedad Editora América S.A., Novaro Editores
Impresores y Editorial Novaro México S.A.; asesor de la Presidencia (1954-1962)
y su representante en la Comisión nacional redactora del plan de 11 años
para la educación primaria, además de embajador de México
en Suiza (1964-1965). También fue abogado de la Tesorería de la
Federación y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
(Datos curriculares extraídos del Archivo Genaro Estrada. Secretaría
de Relaciones Exteriores. Expediente número: 14-23-11).
“…
Fue animador de las ediciones de Acento, Simbad
y Mundo nuevo (1935-1937), que promovieron
algunos de los nuevos valores en la poesía y el cuento mexicanos. (…)”
(Idem).
De su producción literaria
podemos mencionar, de poesía: Sorda la sombra
(1935), Canciones para mujeres (1936), Palomas
al oído (1937), Ocho poetas mexicanos
(en colaboración, 1955), Inventario de cenizas
(con grabados de Moreno Capdevila, 1964); y fábulas y relatos: Las
jornadas del escriba (1974), entre otras.
En
1948, Rafael Solana reconoció la valía, que como escritor tenía
Octavio Novaro y su afortunada incursión en el cine: “Recientemente
muchos de los escritores mexicanos de más talento se incorporaron al cine.
Para algunos fue una aventura productiva sólo desde el punto de vista económico,
pero en la que no ganaron nuevos prestigios literarios. (…)
“Quienes
más asiduamente lo han hecho han sido Xavier Villaurrutia, José
Revueltas, Mauricio Magdaleno, Neftalí Beltrán, Luis G. Basurto,
Alberto Quintero Álvarez; Octavio Novaro
[el subrayado es nuestro], Leopoldo Baeza y Edmundo Báez, han sido también
autores de scripts. El autor de este artículo –Rafael Solana se refería
a él mismo– lo fue también de media docena de libretos cinematográficos
ya filmados.” (Diez años en las letras
en México. Por Rafael Solana. México
en el arte. Tomo IV. No.4, INBA-SEP, octubre de 1948. PP. 1-14)