MARTÍNEZ Chávez,
Adalberto
Resortes
México, D. F., 1916

Archivo Fotográfico El Nacional.
Fondo: Personales. Sobre: 1855. INEHRM

 

ctor y bailarín. Nació el 25 de enero de 1916 en la Ciudad de México, “cerca de los barrios de Peralvillo y Tepito, pero su infancia y adolescencia transcurrieron entre las calles de San Jerónimo, Mesones y San Pablo.

“Su primer contacto con los escenarios se dio a los 15 años de edad, cuando vendía paletas heladas en el (teatro) Hidalgo. Se montaba la obra Tierra y Libertad y a todos los trabajadores, el empresario les dio la oportunidad de aparecer como comparsas (...) Al cobrar un peso con cincuenta centavos por esa actuación, Adalberto sintió interés por el mundo artístico”. (Resortes: la obligación del mero placer. Suplemento El día de los jóvenes, No. 78, El Día, 26 de agosto de 1986. P. 4)

Extraordinario comediante de las carpas, el teatro de revista y el cine nacional, donde ha participado en más de 90 películas, Resortes, Resortín de la Resortera “para servirles aquí y donde quieran, como quieran y a la hora que quieran, menos por donde quieran”, recordó el origen de su apelativo: “Me lo puso mi hermano Carlos [...] al principio para hacerme enojar, me decía que tenía resortes en los pies... es que brincaba mucho al caminar, como boxeador, además —continuó diciendo—, cuando me inicié como solista, en la carpa me anunciaban como El flaco espontáneo. Pero había muchos flacos, y quería un nombre original y este me lo había proporcionado mi hermano”. (Idem)

De vocación por la farándula, desde niño aprendió de su abuelo, Antonio Chávez, el oficio de titiritero. Para 1935, Adalberto Martínez se unió al elenco de la carpa del empresario Don Procopio, como integrante de la pareja de comediantes y bailarines Los espontáneos, junto con Juan Flores, donde más adelante llegaría a ser el atractivo principal, como estrella del espectáculo en su papel de cómico.

En 1943 el empresario Miguel Bravo Reyes lo contrató para realizar una función de fin de año en el teatro Follies, al lado de María Conesa y Lucha Reyes. Vendría después su participación en el espectáculo Pachuco’s Review con el que recorrió gran parte de la República y algunas ciudades de la Unión Americana. A su regreso, presentó su espectáculo en el teatro Colonial. En 1954 participó en la obra Don Juan Tenorio, de Zorrilla, dirigida por F. Pando en el teatro Politeama, al lado de Delia Magaña y Ana Berta Lepe.

Cinema Reporter. No. 553, 26 de febrero de 1949. Portada

Su incursión en el cine se remonta a 1946, ya que mientras presentaba una función en el Lírico le dieron la noticia de que Jaime Salvador, guionista de las películas de Cantinflas, quería realizar una para él. Fue así como le ofrecieron un contrato por tres películas, por cada una de las cuales le pagaron 10 mil pesos. La primera fue Voces de primavera (Dir. Jaime Salvador, 1946). Actuó en más de 90 películas entre las que se encuentran El nieto del zorro (Dir. Jaime Salvador, 1947), Baile mi rey (Dir. Roberto Rodríguez, 1951), El beisbolista fenómeno (Dir. Fernando Cortés, 1951) y La niña de la mochila azul (Dir. Rubén Galindo, 1979).

La Asociación Nacional de Directores y Actores le entregó las medallas por sus 25 y 50 años de vida artística. En 1993 fue invitado al Festival de Nantes, Francia, donde proyectaron sus películas Baile mi rey y Al son del mambo (Dir. Chano Urueta, 1950). En 1994 obtuvo el Ariel de oro por sus 59 años de carrera.

El 3 de agosto de 1978 Fernando Cortés empezó a rodar El futbolista fenómeno... Gol!, escrita por Julio Porter y Fernando Córtes sobre un argumento de Adalberto Martínez Resortes. En 1982 escribió el guión Viva la risa, viva la música... muera la guerra, mismo que no ha sido producido: “Sólo falta ponerme de acuerdo con algún productor que se anime a realizar este proyecto”. (Resortes: la obligación del mero placer. Idem)