MAGAÑA Hidalgo,
José Sergio Alejandro

Tepalcatepec, Michoacán, 1924
México, D. F., 1990
Ceballos, Edgar. Diccionario
enciclopédico básico de teatro mexicano
,
Escenología, 1996. P. 265
 

ramaturgo, crítico teatral, guionista, compositor, cuentista y novelista. Sergio Magaña nació el 24 de septiembre de 1924 en Tepalcatepec, Michoacán. Murió el 23 de agosto de 1990 en la Ciudad de México. “Como dramaturgo abordó el drama, el melodrama, la tragedia, la farsa, la comedia, la comedia musical, la pastorela y el teatro de niños. Renovó el lenguaje teatral y gustó de la experimentación al combinar la tragedia griega o el drama shakesperiano con las circunstancias mexicanas” (OCAMPO, Aurora M. Diccionario de escritores mexicanos del siglo XX. Tomo V, México, UNAM-Instituto de Investigaciones Filológicas, 2000. P. 14).

A los cinco años se trasladó con su familia a Cuernavaca y, dos años después, a la Ciudad de México. Estuvo inscrito dos años en la Facultad de Derecho de la UNAM, pero dejó la carrera para estudiar en la Facultad de Filosofía y Letras, donde llegó a obtener la maestría en Letras inglesas. Estudió teatro con Rodolfo Usigli, Fernando Wagner y Enrique Ruelas, “al igual que Emilio Carballido, Luisa Josefina Hernández, Héctor Mendoza y Jorge Ibargüengoitia” (CEVALLOS, Edgar. Diccionario enciclopédico básico de teatro mexicano siglo XX, México, Ed. Escenología, 1998. P. 265).

En 1949, formó la Sociedad Literaria La Atenea junto con Emilio Carballido, Luisa Josefina Hernández, Miguel Guardia y otros (OCAMPO, Aurora M. Ob. Cit. P. 13). Los dos primeros, además de Rosario Castellanos, constituían el público del “teatro de recámara”, para el que Magaña, con la ayuda de Raúl Cardona, montó y actuó su primera obra, Como las estrellas y todas las cosas, la cual había sido publicada en una revista estudiantil (Idem).

Sobre el desenvolvimiento posterior de la carrera literaria de Sergio Magaña, Rafael Solana recordaba a principios de los ochenta: “Cuando hace treinta y cinco años, o poco más poco menos, Salvador Novo descubrió a dos jóvenes valores del arte dramático, Emilio Carballido y Sergio Magaña, había encontrado a dos prestigios sólidos; no solamente se estrenaron sus primeras obras en Bellas Artes, con el mayor esplendor, que han tenido en el país y fuera de él, y ellos han escrito otras piezas que han renovado sus éxitos. Pero es importante saber que no se han limitado al arte de escribir comedias, en el que ambos han sobresalido del vulgo, sino también cada uno de ellos tiene, por lo menos, un libro de narrativa que ha gustado y ha sido reeditado: [...] Sergio Magaña, además de ser el escritor de Los signos del Zodiaco ha sido el de El molino del aire, una fresca y hermosa narración que leímos hace ya muchos años [la novela de Magaña recibió el Premio de Novela de la Revista Mexicana de Cultura de El Nacional en 1953], y que ahora [1982] la editorial de la Universidad Veracruzana nos brinda la ocasión de volver a ver“. (Reseña. Por Rafael Solana, El Universal, 20 de marzo de 1982. En: CUEVAS, Martha Domínguez. Los becarios del Centro Mexicano de Escritores (1952-1997), México, Editorial Aldus, 1999. P. 217). En 1950, Magaña tomó clases de actuación con Seki Sano.

Fue becario del Centro Mexicano de Escritores de 1951 a 1952. Su creación teatral es extensa e incluye las obras: El padre nuestro (estrenada en 1947); La noche transfigurada (estrenada en 1947, en la Facultad de Filosofía y Letras); La triple porfía (en colaboración con Emilio Carballido, estrenada en 1948); El suplicante (también en colaboración con Carballido, estrenada en 1950, Premio del Concurso de las Fiestas de Primavera 1950); Los signos del Zodiaco (estrenada en 1951; Unión Nacional de Autores, 1951; Intercontinental, 1953; FCE-Col. Teatro Mexicano del Siglo XX, 1956; ITESM, 1984); El reloj y la cuna (estrenada en 1952); El viaje de Nocrecida (en colaboración con Carballido, estrenada en 1956); El pequeño caso de Jorge Lívido (estrenada en 1954); La canción nunca se acaba (estrenada en 1960); El anillo de oro (estrenada en 1960); Juguetes espaciales (estrenada en 1960); Rentas congeladas (estrenada en 1961); Medea (estrenada en 1965); Los argonautas (estrenada en 1965); Ensayando de Moliére (estrenada en 1966); Los motivos del lobo (estrenada en 1966, Premio Manuel Eduardo Gorostiza 1966); El mundo que tú me heredas (estrenada en 1971); El que vino a hacer la guerra, “Western navideño de un solo tiro” (estrenada en 1972); Santísima (estrenada en 1980, Premio de la UCCT); La dama de las camelias (estrenada en 1980); Moctezuma II y Cortés y la Malinche (Antología Los argonautas, EMU 1985); Los enemigos (versión del Rabinal Achí, estrenada en 1989, Premio de la APT como mejor autor 1989; EMU, 1990); y La última diana (estrenada en 1990).

En 1988, Sergio Magaña recibió importantes reconocimientos a su trayectoria: “Le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Juan Ruiz de Alarcón, por su trayectoria como dramaturgo [...] [y] Fue homenajeado por su contribución al teatro en la Décima Muestra Nacional de Teatro en Monterrey, Nuevo León 1998, y, por el INBA, UNAM, Socicultur , y otras instituciones, durante todo el año de 1988.” (LARA Valdez, Josefina y Russell M. Cluff. Diccionario bibliográfico de escritores de México, 1920-1970. México, 2a edición (corregida y aumentada), Instituto Nacional de Bellas Artes, México, 1994. P. 261). También escribió un libro de cuentos titulado El ángel roto (Arte de América, 1946).

Sobre su obra Los signos del zodiaco, cuya adaptación cinematográfica realizó con Emilio Carballido, el propio autor expresaba, a principios de la década de los cincuenta, que: “Creo haber conseguido, desde luego, una obra extraordinaria, pero no hay que olvidar que una obra, aunque sea extraordinaria, puede tener muchos defectos. En Los signos del zodiaco toco por primera vez profundidades que nunca antes había podido desarrollar, y es que en teatro la frase no es literatura, sino humana. Procuré siempre obedecer la regla de que un parlamento, o adelanta la acción o da carácter. En la novela y en el cuento se permite mayor libertad sobre el diálogo, que puede ser de mucha calidad, pero la imagen en el teatro está en el tiempo, y a pesar de esto Los signos del zodiaco es una obra desorbitada. Por mera disciplina estoy escribiendo una obra de corte muy académico, con sus tres actos normales”. (Entrevista con Bambi [Ana Cecilia Treviño del Villar de Gironella], Excélsior, 17 de marzo de 1951. En: CUEVAS, Martha Domínguez. Ob. Cit. P. 216).

Entre otras actividades, aparte de la dramaturgia se encuentran: La escritura de argumentos para la historieta humorística Watusi, publicada por Rius en 1968; haber sido consejero de la Embajada de México en Bogotá, Colombia, en 1974; y haber colaborado en las revistas América y Mañana y en los suplementos Diorama de la Cultura de Excélsior y en Ovaciones (OCAMPO, Aurora M. Ob, Cit. P. 13).

Además, fue director de la Escuela de Bellas Artes de Oaxaca y maestro en la Escuela de Arte Dramático del INBA, donde coordinó varios talleres de composición dramática (Idem). Ingresó a la SOGEM el 11 de septiembre de 1980.