LIRA, Miguel Nicolás
Tlaxcala, Tlaxcala, 1905
Tlaxcala, Tlaxcala, 1961
Tierra Adentro, No. 83, diciembre
de 1996 – enero de 1997. P. 31
 

scritor. Nació en Tlaxcala, Tlaxcala, el 6 de octubre de 1905. Murió en la misma ciudad el 26 de febrero de 1961. “Su obra registra la vigorosa influencia de los maestros extranjeros, sin perder por ellos sus raíces mexicanas” (Enciclopedia de México. Edición especial para Enciclopedia Británica de México. Tomo 8, Estados Unidos, 1993. PP. 4741-4742).

A pesar de compartir los mismos hechos históricos con Los contemporáneos (Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, Jorge Cuesta, Jaime Torres Bodet, José Gorostiza y Bernardo Ortiz de Montellano), Miguel N. Lira junto con Martín Luis Guzmán y Mauricio Magdaleno “priorizaron los valores de su realidad social histórica como sus fuentes, y vivieron intensamente el fuego y el desencanto de todo proyecto histórico hasta trasladarlo a sus obras, mientras que los primeros siempre miraron hacia fuera” (Vida y Obra de Miguel N. Lira. Por Citlalli H. Xochitiotzin Ortega. Tierra Adentro, No. 83, diciembre, 1996 - Enero, 1997. PP. 31-37).

En 1919 estudió en la Escuela Nacional Preparatoria y en 1920 participó en el grupo Los cachuchas integrado por Frida Kahlo, Alfonso Villa, Alejandro Gómez Arias, Manuel González Ramírez, José Gómez Robleda, Jesús Ríos y Valles, Agustín Lira y Carmen Jaime todos discípulos de Ramón López Velarde. En 1929 estos mismos personajes, desde diferentes trincheras formaron la llamada Generación del 29; ya como abogados, oradores, artistas o como militantes de un partido, contribuyeron a que se lograra la autonomía de la Universidad Nacional.

En 1928, Miguel Lira egresa de la Escuela de Jurisprudencia en la Universidad Nacional. Intentó ser gobernador del estado de Tlaxcala, pero su actitud anticorrupción, hizo que lo exiliaran a Tapachula, Chiapas, donde fue Juez de Distrito de Tapachula. Regresó a Tlaxcala en 1954.

Dominó el oficio de la tipografía. Fundó la Editorial Fábula en donde publicó además de sus propios escritos, obras de diferentes autores. Colaboró como editor de la Secretaría de Educación Pública (SEP, 1941) en la cual creó la colección El pensamiento de América. De 1935 a 1938 dirigió la Revista Universidad y participó en la fundación de la imprenta de la Universidad Nacional. Publicó las revistas Fábula (1934) en la Ciudad de México, Correo Amistoso (1954) y Huytlade (1956) en Tlaxcala. Fue miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua en Tlaxcala, nombrado el 12 de noviembre de 1955.

En 1925 publicó su primer libro de poesía , a la que siguieron entre otras: La guayaba (1927), Segunda soledad (1933), Tlaxcala, ida y vuelta (1935), Monterrey (primer lugar en Juegos Florares (1937), Romance de la noche maya (1944) y Corrido de Catarino Maravillas (1960).

Perteneció a la Compañía de Teatro A.C. en el momento en el que se formaron grupos experimentales, compañías profesionales y se construyeron teatros para impulsar “un teatro propiamente mexicano, y algunas instituciones oficiales apoyaban y financiaban todo proyecto para establecer un teatro que se calificara de nacional tanto por sus temas como por sus personajes, escenarios y atmósfera. Miguel N. Lira —según Citlalli H. Xochitiotzin Ortega— proveyó de material a otras agrupaciones de esta nueva época que se interesaron en su obra debido, precisamente, a que su estilo tenía mucho de lo que en ese momento se demandaba al género: el carácter nacionalista” (Ob. Cit., P. 34).

Escribió su primer obra teatral Linda en 1937 y fue estrenada en 1941, esta obra obtiene el Premio Ciudad de México en 1941. En 1938 escribió y editó Vuelta a la tierra. En 1942 se llevó al escenario El camino y el árbol y una obra infantil La muñeca de Pastillita. A finales de 1943 realizó dos piezas: Carlota en México, con la que mereció el Premio del Consejo Técnico del Departamento del Distrito Federal (DDF) y El diablo volvió al infierno. Casi al final de su vida, en 1959 escribió Casa de cristal.

En 1947 transformó su obra Una vez en las montañas en la novela Donde crecen los tepozanes. En el mismo año obtuvo el Premio Lanz Duret de novela por La escondida, que fue llevada al cine por Roberto Gavaldón en 1955. Su última novela fue Mientras la muerte llega (1958). También escribió junto con otros autores lecturas para niños: con Antonio Acevedo Escobedo, Mi caballito blanco (1943) y con Valentín Zamora, Mis juguetes y yo (1959).