LEZAMA, Luis | |
| El
Cine Gráfico. Anuario 1938. P. 81 |
istribuidor,
productor, director y guionista de cine. En 1915 se inició en la industria
cinematográfica como vendedor de películas españolas. En
1917 participó en un concurso de argumentos cinematográficos organizado
por la productora México Films S.A.,
con el guión titulado Tabaré,
basado en el poema homónimo de Juan Zorrilla de San Martín, en donde
obtuvo el primer lugar y su argumento fue llevado a las pantallas cinematográficas.
De esta forma dirigió junto con Juan Canals de Homs la versión silente
de Tabaré, película que según
la revista México Cinema fue premiada
con un éxito resonante. (Tabaré. Tradición
y gloria. México Cinema, marzo
de 1947. P. 19) Luis Lezama también dirigió las películas
silentes Alas abiertas (1920) y Los
hijos del destino (1929).
Posteriormente retomó
su labor como distribuidor de películas, al desempeñarse en Mérida
como agente de la casa Germán Camus y Cía.,
trabajo que abandonó para ocupar la gerencia de ventas de La
Universal y más tarde fue gerente de la distribuidora RKO-Radio.
Desde el año de 1922 estableció la casa alquiladora de películas,
que llevó su nombre. En 1933 fue nombrado gerente de la distribuidora Radio
Pictures de México, cargo que abandonó en 1938 para dedicarse
a la dirección cinematográfica. También se desempeñó
como gerente de los teatros Arbeu, Olimpia
y San Hipólito, de la Ciudad de México
y de un circuito teatral del estado de Veracruz.
En 1938
retomó su labor como director cinematográfico con la realización
de la cinta Un viejo amor, a la que siguió
en el mismo año, la dirección de El
cementerio de las águilas. Después de estas dos realizaciones
incursionó en la distribución independiente al hacerse cargo de
la distribuidora Republic Pictures.
Su
carrera como realizador terminó en 1946 con la versión sonora de
la cinta que lo dio a conocer: Tabaré.
Al respecto la revista México Cinema
comenta lo siguiente: “En el ya un poco lejano año de 1919, un romántico
del cine, Luis Lezama, intentó con éxito la aventura de hacer cine
en México. Entonces las imágenes eran silenciosas. Luis Lezama hizo
Tabaré y su romanticismo, su amor al
cine, fue premiado con un éxito resonante. Han transcurrido 28 años.
Luis Lezama sigue siendo un romántico del cine, con un profundo cariño
por el arte-industria que para él es más arte que industria. Sobre
los campos cálidos de Veracruz, Luis Lezama vuelve a vivir los viejos tiempos
y hace otra vez Tabaré”. (Tabaré.
Tradición y gloria…, Op. Cit. P. 19)