LANDETA Soto, Matilde
México, D. F., 1913 México, D.
F., 1999 | |
| Foto
de archivo de Escritores del Cine Mexicano Sonoro |
irectora
y guionista de cine. Nació en lo que hoy es el Centro Histórico
de la Ciudad de México, el 20 de septiembre de 1913. Murió el 26
de enero de 1999, en la Ciudad de México. Cuando tenía tres años
falleció su madre y se trasladó a San Luis Potosí, donde
la criaron su abuela y su tía. Posteriormente regresó a vivir a
la Ciudad de México, en donde ingresó como interna a un convento
de madres dominicas. A los 14 años viajó a Estados Unidos; allí
tuvo la oportunidad de ver Old San Francisco (Dir.
Alan Crosland, 1927) y comenzó su pasión por el cine. Cinco años
después, gracias a su hermano, el actor Eduardo Landeta, ingresó
como scriptgirl en 1932. Fue la primera en
México que realizó esta labor, y la más solicitada y mejor
pagada. Durante los doce años que trabajó como script
hizo más de 70 películas. En 1945 comenzó a hacer asistencia
de dirección para los grandes directores de ese tiempo: Julio Bracho, Agustín
Delgado y Emilio Indio Fernández, entre
otros.
En 1948, debutó como directora con Lola
Casanova, cabe mencionar que para poder realizarla debió
hipotecar su casa para fundar productora TACMA
S.A. de C.V., ya que ninguna productora confiaba en que
una mujer pudiera realizar cine. La película tuvo muchísimos
problemas de producción (por ejemplo, le robaron un rollo
de negativos que nunca pudo volver a filmar) y luego soportó
una pésima distribución. Después de estar
enlatada un año, finalmente se estrenó en un cine
de segunda, un martes de vacaciones de semana santa y sin previo
aviso.
La negra Angustias
(1949), su segundo filme, también sufrió un boicot
similar. Si bien ya dos mujeres habían dirigido películas
en México: Adela Siqueiro y Mimi
Derba, Matilde es la primera directora profesional, con más
de una película, dedicada enteramente al cine. Matilde
Landeta pudo filmar una película más: Trotacalles
(1951), antes de que numerosos problemas con el sindicato y
los productores truncaran su carrera; pasarían 40 años
antes de que pudiera volver a dirigir.
Matilde Landeta aseguró no saber muy bien por qué
no se le permitió hacer carrera como directora en México. “Demostré
ser buena guionista y asistente de dirección, pero cuando empecé
a dirigir se me cerraron las puertas. No por parte de mis compañeros directores,
que conocían mi talento y mi capacidad, sino por parte de los productores,
que no vieron con buenos ojos que al pedir un préstamo bancario dijera
la verdad acerca de mi presupuesto que era la mitad del de las películas
de ellos.” (Cautivó Matilde Landeta
a un grupo feminista de cineastas en Italia. El
Nacional, sección quinta, 11 de octubre de 1987. P. 1). “El
boicot que sufrí fue porque les estorbé. Era algo puesto en el camino,
alguien que trajo películas diferentes, ideas distintas, historias de mujeres.
Cuando el cine mexicano era un cine misógino que presentaba mujeres que
sólo servían para ser madres o prostitutas, yo traté de resucitar
a la mujer verdadera... Mis películas, tanto La
negra Angustias como Lola Casanova
son historias verídicas, basadas en hechos reales, noveladas por un buen
escritor como fue Francisco Rojas González. Me gustan los personajes de
la vida real, pero novelados, y si son mujeres, más.“ (Después
de 40 años de ausencia regresa Matilde Landeta al set cinematográfico.
Por Raquel Peguero. La Jornada, sección
cultura, 31 de julio de 1991. P. 27)
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Programa Cineteca Nacional, agosto de
1997, P. 42 |
Sin embargo, pese a no
poder dirigir, Matilde Landeta nunca dejó de dedicarse al cine. En ese
tiempo dirigió y escribió 110 cortometrajes de media hora cada uno
para la televisión estadounidense; esta serie de cuentos traducidos al
español para toda Latinoamérica llevó por título Howdy
Doody. También impartió clases de cine en el Instituto Cinematográfico,
primera escuela formal de cine, dirigida por Celestino Gorostiza, y de Historia
del cine en la Academia Andrés Soler. Fundó la Sala
Tlalpan, en ese barrio, para difundir el cine mexicano. Estuvo a cargo
de la supervisión de guiones en el Banco de Guiones de la SOGEM (Sociedad
General de Escritores de México). Escribió los guiones de tres películas;
por una de ellas, El Camino de la vida, de
Alfonso Corona, en 1957 recibió el premio
Ariel, en la categoría mejor argumento.
“El camino de la vida. Ahí está el Ariel.
Mi hermano Eduardo y yo hicimos el argumento y la dirigió Alfonso Corona
Blake. Fue su primera y última película. Bueno, él ha hecho
después 100 más, pero ninguna que mereciera honor o se llevara siquiera
una mención. Mandaron la película a Berlín y allí
le dieron el Premio de la Prensa Católica al argumento, a mí nunca
me lo entregaron.“ (Entrevista con Fernando
Gaxiola. Otro Cine, No. 3, revista
trimestral del F.C.E., julio-septiembre de 1975. P. 12)
Aunque
tardíamente, su labor, fue reconocida a partir de 1975, cuando en el marco
del Año Internacional de la Mujer se presentó su obra en la Cineteca
Nacional dentro del ciclo “Mujeres cineastas”. Más tarde presidió,
en dos oportunidades (1983 a 1984 y 1985 a 1986) la Academia Mexicana de Artes
y Ciencias Cinematográficas.
Por su larga trayectoria
en el cine, Matilde Landeta fue merecedora de los siguientes homenajes: En Sorrento,
Italia, el grupo feminista “Las nemesíacas” le rindió
homenaje y exhibió sus películas en el Festival de Cine Femenino
(1987); en La Habana, Cuba, se le otorgó un diploma de reconocimiento en
el VIII Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano, por ser “una
de las pioneras del cine latinoamericano hecho por mujeres” (1988); en México
se le rindió un homenaje, a iniciativa de la SOGEM, de las Secciones de
Directores y Autores del STPC (Sindicato de Trabajadores de la Producción
Cinematográfica) y de la Asociación de Realizadores, Directores
de Cine, Radio y Televisión. En esta ceremonia, se le entregó una
placa alusiva a sus 40 años como directora y guionista, y a los 56 años
dentro de la industria cinematográfica (1988). Recibió también
la Medalla Filmoteca en un homenaje rendido
por la Dirección de Actividades Cinematográficas de la UNAM (1988).
En el marco del Festival Internacional de Cine de Mujeres “De Cretiel”,
que se celebró en 1988 en Paris, Francia, se le rindió homenaje,
y en 1992, el IMCINE (Instituto Mexicano de Cinematografía) le hizo un
reconocimiento por su trayectoria.
Finalmente, en 1991 logró
volver a dirigir lo que sería su despedida: Nocturno
a Rosario. Pese a que para entonces ya había recibido varios homenajes
y reconocimientos en México y en el extranjero, debió hacerse cargo
nuevamente de la producción —junto con el IMCINE—, para lo
cual se vio obligada a vender sus tres películas anteriores a España.
En 1992, se exhibió en la Cineteca Nacional, en el marco de un reconocimiento
a su trayectoria, el cortometraje Matilde Landeta, realizado por Patricia Martínez.
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Matilde Landeta durante la filmación
de Nocturno a Rosario GARCÍA, Gustavo
y CORIA, José Felipe. Nuevo cine mexicano.
México, Clío, 1997. P. 75 |
Por El camino
de la vida,
recibió en 1957 los Arieles
a la mejor película, a la dirección, a la actuación
infantil, al argumento original, premio a la Película
de Mayor Interés Nacional y el Premio de la Prensa Católica
al argumento, en el Festival de Berlín, en 1956. El guión
de Nocturno a Rosario
fue seleccionado en el IV Concurso de Cine Experimental
convocado por FECIMEX (Fondo de Estímulos al Cine Mexicano).
Matilde Landeta
murió el 26 de enero de 1999, en la Ciudad de México.