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En México, fue miembro de la primera generación del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC). Además, se desempeñó como anticuario, experto en antigüedades del arte mexicano y africano, restaurador, coleccionista, joyero, asistente y director de teatro; así como realizador, productor, actor, camarógrafo, sonidista y guionista cinematográfico. En 1952 incursionó como director de la obra de teatro Nuevo día, pieza de Olga Harmony. Más tarde dirigió su obra Don Juan, ¿Durmió solo alguna noche?, estrenada en la Casa del Lago en 1966. Su relación con el cine fue muy amplia y no se limitó al guionismo: “Uno de sus primeros trabajos fue como camarógrafo de la película El Grito (1969), de Leobardo López Arretche, que aborda los acontecimientos más importantes del movimiento estudiantil popular de 1968, filmado por los estudiantes del CUEC”. (Cine mexicano. Nuestros cineastas: Raúl Kamffer (1929-1987). Por Juan Jiménez Patiño. Pantalla, No. 7, julio 1987. P. 28). Su obra se encuentra íntimamente ligada a la UNAM, institución que subsidió gran parte de su producción, lo cual lo inscribe en el llamado cine universitario. Esta oportunidad, según sus propias palabras “da toda la libertad al realizador, pero por otra parte es un cine realmente profesional, porque cuenta con la solidaridad de buenos técnicos. Entonces el cine universitario se hace con las mismas ventajas que puede tener el cine industrial, pero sin sus defectos”. (Raúl Kamffer, entrevista. Por Emilio García Riera y Gustavo Montiel Pagés. Imágenes, No. 9, octubre de 1980. P. 32).
Su primer trabajo cinematográfico como realizador fue el cortometraje Fiesta de muertos (1968). Por su primer largometraje Mictlán o la casa de los que ya no son (1969), recibió la Mención Honorífica del Instituto Catalán de Cultura Hispana en el Festival de Cine de Autor en Benalmádena, España. Por su cuarto largometraje ¡Ora sí tenemos que ganar! (1978), en 1982 obtuvo cuatro de los más importantes Arieles: mejor película, mejor dirección, mejor edición y mejor fotografía. La originalidad y la calidad de sus obras han sido reconocidas por Jorge Ayala Blanco. Éste, refiriéndose a su película Mictlán... lo denominó, “el precursor de toda una tendencia del auténtico nuevo cine mexicano que busca recuperar los valores del mundo mágico del México indígena” (Kamffer, precursor del auténtico nuevo cine mexicano: Ayala Blanco. Por Patricia Vega. La Jornada, 21 de marzo de 1987). Al respecto, el catedrático Armando Partida Tayzan señaló: “Su anhelo de reivindicación de los indígenas y por el pasado nacional, por la recuperación de sus raíces precolombinas, se convertirían en una constante, en el tema central de su obra. Constante que por otra parte, viniera a constituir en ese tiempo su estilo-contenido, tan poco peculiar entonces en el panorama cinematográfico nacional, abriendo así una brecha dentro de éste, mediante el intento de recuperación de un pasado primigenio despreciado por el resto de los connacionales“ (PARTIDA Tayzan, Armando. Raúl Kamffer soñador del cine de autor. México, UNAM, 1994. P. 11). GUIONES INÉDITOS Don Juan, ¿Durmió solo alguna noche? Argumento: Raúl Kamffer. Adaptación: Gerardo Dávila, Raúl Kamffer, José Maya. Guión técnico. CUEC / UNAM, 1966, 20 pp. Saloom, USA, agosto de 1972, Guión técnico. 105 pp. Anatema, septiembre de 1972, Guión técnico, 39 pp. Movimiento Independentista, masones seguidores de Hidalgo. Historia: Raúl Kamffer, a partir de una narración oral ruso / judaica, adaptación Leonor Álvarez y Raúl Kamffer. Show 69. Historia: Raúl Kamffer. Guión técnico, 62 pp. La planta de albahaca. Guión técnico en español, 45 pp. Guión en inglés 35 pp. Argumento basado en un cuento del Decamerón, de Boccacio: La albahaca salernitana, idea de Raúl Kamffer. Adaptación: Esteban Martínez, Raúl Kamffer, 47 folio, 1972. | ||||||||
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