INDA, Stella
Pátzcuaro, Michoacán, 1917
México, D. F., 1995
Cuadernos de la Cineteca. No. 3, mayo de 1976
 

ctriz, profesora y directora de teatro. María Soledad García Corona, conocida en el medio artístico como Stella Inda, nació el 28 de junio de 1917 en Pátzcuaro, Michoacán, y murió el 7 de diciembre de 1995 en la Ciudad de México.

Egresada de la Escuela de Arte Teatral del INBA, destacó principalmente como actriz de teatro, cine y televisión. “Su verdadero descubridor fue el escritor y director de escena Celestino Gorostiza, que le dio su primera oportunidad de aparecer en escena con el grupo del Teatro Orientación. La actriz también perteneció al grupo teatral Proa, donde adquirió una valiosísima experiencia. No tardó en ser incluida en los elencos de la compañía de doña Virginia Fábregas y Fernando Soler. Allí se consagró ganándose un puesto de prestigio entre las actrices mexicanas por su temperamento enorme y por su amor al estudio y al perfeccionamiento dramático” (Apuntes al crayón. Por José María Sánchez García, Cinema Reporter, 17 de mayo de 1947. P. 2).

En el teatro destacó por sus actuaciones en las obras Moctezuma II, de Sergio Magaña y Frida Kahlo. Viva la vida, de Federico S. Inclán, principalmente. En 1966 obtuvo el premio a la mejor dirección por la puesta en escena de La gaviota, de Chéjov.

Como actriz de cine se inició en la interpretación de pequeños papeles en diversas películas como: El tigre de Yautepec (Dir. Fernando de Fuentes, 1933); Enemigos (Dir. Chano Urueta, 1933) y La mujer del puerto (Dir. Arcady Boytler, 1933). Sus primeros papeles protagónicos los obtuvo en La mancha de sangre (Dir. Adolfo Best Maugard, 1937), La noche de los mayas (Dir. Chano Urueta, 1939) y La canción del milagro (Dir. Rolando Aguilar, 1939).

Mañana. No. 2, 4 de septiembre
de 1943. P. 80

Sus actuaciones más destacadas las realizó en Los olvidados (Dir. Luis Buñuel, 1950), con la cual consiguió proyección internacional, y en El rebozo de soledad (Dir. Roberto Gavaldón, 1952).

A pesar de no haber tenido más oportunidades de participar en el cine mexicano como ella hubiera deseado, según el poeta Efraín Huerta tuvo la suerte de intervenir en “películas que son y serán clásicas” (Retorna una olvidada. Por Efraín Huerta. México Cinema, octubre 1950. P. 24).

En 1951, Stella Inda fue premiada con el Ariel, por Los olvidados (Dir. Luis Buñuel, 1950); en la categoría de Coactuación Femenina. En 1953 recibió el Ariel en la categoría Mejor Actuación Femenina por El rebozo de soledad (Dir. Roberto Gavaldón, 1952).

Escribió la adaptación cinematográfica de El gallero (Dir. Emilio Gómez Muriel, 1948); novela de Xavier López Ferrer; además de participar como actriz principal del filme. Otra obra en la que trabajó como escritora fue Tierra de Valientes (1984). Cabe destacar que la actriz afirma en su autobiografía haber participado en la escritura del guión El rebozo de soledad (1952): “(...) Es mi película preferida, estuve muy involucrada en su realización, escribí el guión que se basa en una historia de mi esposo el doctor Xavier López Ferrer”. Por su parte, el poeta Efraín Huerta también lo testimonia, a pesar de no aparecer en los créditos de dicha producción (Idem).