GÓMEZ VALDÉS Castillo, Germán Tin Tan
México, D. F., 1915
México, D. F., 1973
Foto de Armando Herrera

mitador, cantante, locutor, escritor radiofónico, comediante, actor, compositor, productor, guionista y director. Germán Genaro Cipriano Gómez Valdés Castillo nació el 19 de septiembre de 1915 en la Ciudad de México, y murió el 29 de junio de 1973 en la Ciudad de México, a causa de un coma hepático.

Su infancia la vivió en la capital del país, donde cursó la primaria. Posteriormente, debido al trabajo de su padre, don Rafael Gómez Valdés Angelini, la familia se trasladó a Veracruz, y en 1927, a Ciudad Juárez, Chihuahua.

En su adolescencia trabajó como ayudante de sastre, guía de turistas y en la Compañía de Luz con el fin de pagar sus propios gastos. En 1934 don Rafael “se percató de que Germán no tenía cabeza para la escuela, pues, terminó con dificultades la secundaria y la preparatoria la dejó inconclusa. Por ello le pidió a su amigo [Pedro Meneses Hoyos] que le echara la mano con él: ‘No quiero que este muchacho ande de vago; pónmelo a hacer lo que sea ahí, en la estación. En algo podrá ayudarte’.” (Germán Valdés “Tin Tan” De Pachuco a Rey del barrio. Somos uno, publicación mensual, No. 205, 1 de marzo de 2001. P. 13). Fue así como empezó a trabajar en la XEJ, pegando etiquetas a los discos.

En cierta ocasión, Germán Valdés contó: “un día bendito se estropeó el micrófono, lo arreglaron y el señor Meneses ordenó que se probara. A mí me pasaron la orden. Entonces empecé a cantar imitando a Agustín Lara; el señor Meneses creyó que se trataba de un disco del gran jarocho. Y nada, que era yo haciendo mis payasadas.” (Hace un cuarto de siglo se fue Germán Valdés, pero comenzó un culto multidisciplinario por Tin Tan. Por Patricia Dávalos. Crónica, sección Espectáculos. P. 15)

Con el apodo de La Chiva imitaba y parodiaba a los cantantes de la época. En poco tiempo logró instalarse como un brillante cómico de la radio de Ciudad Juárez, donde además aprendió a modular la voz, a improvisar, contar chistes, escribir sketches, leer anuncios e incluso vender tiempo publicitando.

Gracias a su chispa e ingenio logró tener su propio programa, El barco de la ilusión y en poco tiempo se transformó en el exitoso locutor Topillo Tapas. En 1940 los empresarios Paco Miller y Jorge Maulmer conocieron su trabajo radiofónico y decidieron invitarlo a integrarse a la gira que realizaba su compañía por diferentes ciudades de Estados Unidos y México. El locutor de la XEJ “(...) aceptó gustoso. Sólo pidió un ‘patiño’ y que a su vez, él [Germán Valdés] fuera anunciado como El Pachuco Topillo, (...).” (Germán Valdés “Tin Tan” De Pachuco a Rey del barrio. Ob. Cit. P. 18)

Miller encomendó a Marcelo Chávez el papel de patiño que solicitó El Pachuco Topillo. En un principio la pareja sólo realizaba simples rutinas cómicas que no interesaron al público, y por lo cual, Jorge Maulmer pensó en eliminar a Germán definitivamente de la compañía. Sin embargo la mancuerna poco a poco fue acoplándose hasta lograr la aceptación y el cariño de la gente: en 1942, en el teatro Aldama de Guadalajara la pareja de comediantes presentó un número cómico musical que obtuvo un éxito rotundo, al grado que el público les pidió repetir varias veces la rutina.

Foto de Armando Herrera

El debut de Germán Valdés en la Ciudad de México estaba programado para el 5 de noviembre de 1943, en el teatro Esperanza Iris. Por ello, Maulmer creyó necesario cambiarle de sobrenombre, ya que, “(...) no podía debutar en la capital como El Pachuco Topillo porque parecería una burda copia de Topillos, brillante dialoguista, actor, argumentista y compositor Pedro de Urdimalas (Jesús Camacho).

“(...) Miller estuvo de acuerdo y comentó: Tu y yo somos hijos de cirquera, y sabemos que un nombre cualquiera repetido muchas veces se convierte en moneda corriente. Los grandes payasos se pueden llamar Pin Pin, Pon Pon, Ti Ti, To Ti, Tan Tan, Ton Ton, Tan Tan, Tin Tan.

“—¡Ése suena perfecto!— exclamó Maulmer. Debutarás con el nombre de ‘Tin Tan’, le dijo a Germán Valdés quien sintió como un balde de agua helada el nuevo nombre artístico.

“Con este nombre —comentó el cómico— me van a decir que mi mamá es una campana... Hijo de tu campana madre... ¡Imagínense!” (Ibid. P. 33)

El 22 de noviembre de ese mismo año, Germán Valdés Tin Tan y su carnal Marcelo fueron contratados por el Teatro Estudio Azul y Plata de la XEW para protagonizar tres veces a la semana Bocadillos de buen humor, serie de sketches de 15 minutos cada uno.

En 1945 Tin Tan protagonizó su primera película, El hijo desobediente, del director Humberto Gómez Landero, con el que trabajó otros cuatro filmes: Hay muertos que no hacen ruido, Con la música por dentro (1946), El niño perdido y Músico, poeta y loco (1947).

La carrera de Germán Valdés iba en ascenso pero alcanzó su mejor momento cuando se reunió con el equipo conformado por el director Gilberto Martínez Solares y el guionista Juan García El Peralvillo, pues, crearon una figura extravagante, atractiva y sobre todo original, ya que Tin Tan era un personaje fresco capaz de parodiarse a sí mismo.

En 1948 filmó Calabacitas tiernas y “se convirtió a partir de entonces en el cómico más completo de un cine mexicano que apostaba por una modernidad aun incompresible para su época. [Tin Tan era un] personaje que cruzó una frontera aparentemente inasible, con ironía, desfachatez y un humorismo tan familiar como cínico y lujurioso. Además de ser un entusiasta de la cultura popular del momento: los Pepines, el cine de la barriada, el bolero, el cabaret y el placer del México nocturno.” (Ibid. P. 57)

Gilberto Martínez Solares filmó en mancuerna con Germán Valdés Tin Tan, aproximadamente 36 películas, entre ellas: El rey del barrio (1949), Simbad el mareado (1950), El revoltoso, El Ceniciento (1951), Me traes de un ala (1952), El Vizconde de Montecristo (1954), Los tres mosqueteros... y medio (1956), Paso a la juventud (1957) y Tintansón Crusoe (1964). Comedias que se convirtieron en espejo de una urbe conflictiva que enfrentaba importantes cambios sociales debido a la reciente modernización que vivía el país.

Gilberto Martínez Solares, Fernando Galeana, Leo Carrillo, Rosita Quintana
y
Tin Tan, en el rodaje de No me defiendas compadre en 1949.

Germán Gómez Valdés Castillo era “un actor dúctil y de un dinamismo asombroso y regocijante. Tomaba los pobres lugares comunes que le imponían en los filmes y los sublimaba llevándolos al paroxismo en una especie de doble juego: tenía una rara virtud de estar a la vez ‘dentro y fuera’ de sus personajes, de establecer con el espectador una complicidad que parecía ir contra el filme mismo.

“Los comentarios de Tin Tan nos hacían siempre considerar críticamente alguna escena. A veces su habilidad caricaturesca se apartaba enormemente del objeto de la caricatura, creaba otra cosa puramente fantástica, y surgía entonces una pequeña fiesta del absurdo. Así, por ejemplo, en la excepcional secuencia de El rey del barrio [Dir. Gilberto Martínez Solares, 1949] donde Tin Tan canta a dúo un trozo operístico con Vitola [Fannie Kaufman]: de la parodia se pasa a otro plano, al del absurdo plenamente gozado, en que los seres humanos se convierten en animales estrafalarios. (...)

“Lo que Tin Tan comunicaba era el placer de una alegría de vivir que se traducía en alegría de actuar.” (Tin Tan. Por José de la Colina. Excélsior).

Germán Valdés también incursionó en la industria como compositor: escribió las letras de las canciones El espejo, de la cinta Calabacitas tiernas (1948) y Cavermango del filme El bello durmiente (1952). Además participó en la música de las películas El hijo desobediente (Dir. Humberto Gómez Landero, 1945), Simbad el mareado (Dir. Gilberto Martínez Solares, 1950) y Mátenme porque me muero! (Dir. Ismael Rodríguez, 1951), entre otras.

Durante toda su trayectoria cinematográfica Valdés Castillo escribió dos guiones: Tintansón Crusoe (Dir. Gilberto Martínez Solares, 1964) y El Capitán Mantarraya (1970), este último dirigido por él.

Además trabajó en los doblajes de algunas películas de dibujos animados de Walt Disney: en 1951 participó en Dos personajes fabulosos; en 1967 hizo el doblaje del Oso Baloo, personaje de El libro de la selva; y en 1970 el de Thomas O’Malley, gato vagabundo fanático del jazz y protagonista de Los aristogatos.

Tin Tan con Yolanda Montes Tongolele en Chucho El Remendado (Dir. Gilberto Martínez Solares, 1951).
Colección Pecime, en MONSIVÁIS, Carlos.
Rostros del cine mexicano. Italia, Landucci Editores, 3ª. ed, 1999.

El 31 de agosto de 1962 la Asociación Nacional de Actores le otorgó a Medalla Virginia Fábregas por sus 25 años dentro de las actividades artísticas. En noviembre de 1983, en el Festival de Nantes, en el programa dedicado al cine mexicano se exhibió la cinta El rey del barrio, la cual fue bien recibida por la crítica francesa: “Tin Tan, cómico completamente desconocido en Francia, ha deslumbrado a los especialistas franceses que lo sitúan ya entre los grandes del cine cómico de todos los tiempos. Fue tanto el éxito que aunque estaba anunciada una sola vez [El rey del barrio], se tuvo que repetir en lugar de una función de El diablo y la dama [1983] de Ariel Zúñiga”. (Francia aclama genio cómico a Tin Tan. Por Tomás Pérez Turrent. El Universal, sección espectáculos, 30 de noviembre de 1983. P. 1)

Finalmente, “si el cine de Tin Tan empleaba la farsa y lo grotesco es porque, como dice Darío Fo, la farsa es un invento del pueblo para desarrollar cualquier discurso dramático. Porque la risa permanece realmente en el fondo del ánimo como sediento feroz que no se despega. (MUÑOZ Castillo, Fernando. Las musas de “Tin Tan”. Crónicas y recuerdos. México, Col. Cuadernos de la Cineteca, nueva época, No. 12, Ed. CONACULTA / Cineteca Nacional, 1999. P. 15)