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GÓMEZ
Muriel, Emilio
San Luis Potosí, S. L. P., 1910
México, D. F., 1985
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El Cine Gráfico.
Anuario 1945, 46 y 47,
No. 794-B, julio de 1947. P. 436
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irector,
productor, editor y escritor de cine. Nació el 22 de
mayo de 1910 en San Luis Potosí, S. L. P. y falleció
el 25 de enero de 1985 en la Ciudad de México. Estudió
en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
Nacional Autónoma de México. Un viaje que realizó
a los Estados Unidos lo llevó de lleno al ámbito
cinematográfico: "Me tocó la transición,
en Hollywood, del cine silencioso al sonoro, viví en
Estados Unidos de 1928 a 1932; tuve oportunidad de darme cuenta
de algunos aspectos técnicos, sobre todo de la edición,
que era lo que más me interesaba: El montaje de las películas.
Me impresionaba sobremanera que se pudiera, con imágenes
disímbolas que nada tenían de relación,
hacer una unidad. Descubrí que el cine no se filmaba
en continuidad, que se realizaban unas cosas hoy, y otras, que
aparecían en la historia antes, se hacían después;
esos elementos, en realidad, son los que constituyen el cine
(...)". (Cuadernos
de la Cineteca Nacional. Testimonios del cine mexicano.
México, Cineteca Nacional, cuaderno 3, 1976. P. 78)
De regreso a la Ciudad de México participó
como productor asociado en la cinta El
tigre de Yautepec (Dir. Fernando de Fuentes, 1934). Poco
tiempo después, entró a la Secretaría de
Educación Pública al departamento de Bellas Artes
en donde, a partir de un trabajo documental se concibió
la cinta Redes (Dir. Emilio
Gómez Muriel / Fred Zinnemann, 1934), el codirector original,
Julio Bracho, enfermó y Gómez Muriel entró
al proyecto: "Prácticamente la cinta fue realizada
por Paul Strand, Fred Zinnemann y por mí. Fred iniciaba
su carrera cinematográfica. Estaba un poco como yo, y
como todos, llenos de teoría. Paul era excelente fotógrafo
de fijas, no de cine, pero tenía una cámara y
afición (...)". (Ibid. P. 79)
Otra anécdota de la cinta fue que Gómez
Muriel se convirtió en un asiduo espectador de teatro
debido a que Fred no hablaba español y Gómez Muriel
era el que dirigía a los actores, para lo cual estaba
preparado: "Asistí mucho al Teatro Orientación
a ver poner obras, a presenciar el trabajo de Celestino Gorostiza
y Julio Bracho. Antes vi, también, el teatro que hicieron
Mauricio Magdaleno y Bustillo Oro". (Idem).
Redes,
trata "sobre la vida de los pescadores en Veracruz. [Y]
Para este film, Silvestre Revueltas escribió la suite
del mismo título" (Los
restos del cineasta potosino Emilio Gómez Muriel fueron
incinerados ayer en esta capital. Por Arturo Pacheco.
El Heraldo, espectáculos,
27 de enero de 1985. P.1). A partir de ese momento su trabajo
en la industria cinematográfica fue en aumento.
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Redes
(Dir. Emilio Gómez Muriel, 1934)
Cine.
No. 10, noviembre de 1978
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Fue editor de 39 cintas, labor que Emilio Gómez
Muriel consideraba "lo más importante del cine,
no nada más la realización del montaje, sino la
composición, la planeación, que es lo básico;
creo que la unión de trozos de película es la
expresión del cine: me apasionó mucho. El editor
comienza su labor habitualmente, viendo las escenas filmadas
al día anterior, en compañía del director.
Se prepara el material con anticipación de un día
para otro; es decir, seleccionar las tomas, numerarlas, sincronizarlas.
Entonces, con ese material se procede a armar la cinta, lo cual
ofrece muchas perspectivas; no es cosa de que se corta así
y ya está bien, sino que siempre hay una yuxtaposición
de una escena con otra que conviene encontrar el momento de
ajuste y de ese modo se va trabajando hasta editar de una manera
total; se suprimen o se reemplazan según el criterio
de ambos: el director y el editor. Hay cosas que se arman no
como las pensó el director y resultan mejor o viceversa;
es decir, existe una aportación de las dos partes".
(Cuadernos de la Cineteca Nacional.
Testimonios del cine mexicano. Ob.Cit. P. 85)
Consideraba además, que los editores
mexicanos aprendieron mucho de dos personajes: José Noriega,
por ejemplo, el cual le enseñó todo lo que a técnica
se refiere, además de ser el constructor de los estudios
CLASA, y el otro fue Jorge Stahl. Del trabajo de edición
de Emilio Gómez Muriel destacan: El
tigre de Yautepec (Dir. Fernando de Fuentes, 1933); Jalisco
nunca pierde (Dir. Chano Urueta, 1937); Juan
sin miedo (Dir. Juan José Segura, 1938); La
noche de los mayas (Dir. Chano Urueta, 1939); ¡Hay
que tiempos señor don Simón! (Dir. Julio
Bracho, 1941); La virgen que forjó
una patria (Dir. Julio Bracho, 1942); Flor
silvestre (Dir. Emilio Fernández, 1943); Distinto
amanecer (Dir. Julio Bracho, 1943) por mencionar sólo
algunas.
Fue director de cerca de 78 títulos
como: La monja Alférez
(1944); El sexo fuerte (1945);
Nocturno de amor (1947);
Yo soy tu padre (1947);
La mujer del puerto (2ª
versión, 1949); Ley fuga
(1952); El joven Juárez
(1954); ¿Con quién
andan nuestras hijas? (1955); Esclava
del deseo (1967); Flor de
durazno (1969); Las tres
perfectas casadas (2ª versión, 1971); Basuras
humanas (1971) y La montaña
del diablo (1973), entre otras. Produjo aproximadamente
59 películas, a partir de 1955, la mayoría dirigidas
por él. De la trascendencia del trabajo de director opinaba
que: "el director debe conocer la vida. Debe tener una
gran capacidad de observación. Además es necesario
que tenga conocimientos técnicos y saber cuáles
son los valores del cine, lo que requiere, qué es lo
que va a contar. Debe poseer capacidad de mando, indiscutiblemente,
(...) Se habla de director-autor; en realidad, él siempre
es autor, ya que va creando, interpretando lo que ha puesto
el escritor en el libreto. (...) Esto lo sintetiza John Ford
en una definición: 'el director debe ser un escritor
en potencia y el escritor un director en potencia'. Es excepcional
el caso en que se unan las dos aptitudes en una sola persona".
(Ibid. P. 82)
Gómez Muriel fue autor de aproximadamente
37 guiones: "He escrito, pero no mucho; he hecho algunos
argumentos y trabajado en varias adaptaciones (...) sí
he escrito, pero básicamente editado, producido y dirigido".
(Ibid. P. 81)
Emilio Gómez Muriel incursionó
en la industria cinematográfica gracias al deseo "de
contar cuentos, de lograr decir una historia que trascendiera,
que la viera mucha gente, cosa que era difícil de obtener
tratando de escribir, sobre todo en aquellos momentos. Además
de que mi preparación como escritor no fue muy eficiente,
me apasionaba más hacerlo a través del cine".
(Ibid. P.80)
[Para la realización de la ficha de
Gómez Muriel, contamos con la colaboración de
la profesora universitaria de la UNAM, Maestra María
de Lourdes Gómez Castelazo, hija del cineasta]