DURÁN y Casahonda, Juan Manuel
Nuevo León, Monterrey, 1888
Veracruz, Veracruz, 1964
Mañana. No. 56, 25 de septiembre de 1944. P. 50 

eriodista, dramaturgo, traductor, adaptador, argumentista, y guionista de cine, radio y televisión. Nació el 3 de febrero de 1888 en Nuevo León, Monterrey. Murió el 11 de marzo de 1964 en Veracruz, Veracruz. Durán Casahonda utilizó los seudónimos Caballero de la Casa Redonda en Crónicas festivas en verso en El Universal en 1918, Camouflage en el bisemanario político ABC (1918) y El Caballero Mansión Profunda [en lugar de Casahonda], en El Universal Ilustrado (1920). (RUIZ Castañeda, María del Carmen y MÁRQUEZ Acevedo, Sergio Diccionario de seudónimos, anagramas, iniciales y otro alias usados por escritores mexicanos y extranjeros que han publicado en México. México, UNAM, Instituto de Investigaciones Bibliográficas, 2000. P. 245).

Sobre su infancia y adolescencia, Durán Casahonda refirió: “Los antepasados de mi padre eran españoles y mas atrás celtas. Mi madre era mestiza de español e india. Físicamente soy blanco, pero tengo color en el alma.

“Mi primera educación fue laica y varonil. Mi padre era militar y me enseñó desde niño la equitación y el uso de las armas de fuego. Viajé con el regimiento de pueblo en pueblo. Vi mucha esclavitud, miseria, jacales y promiscuidad. Es extraño que no haya yo acabado en socialista. Terminé la primaria a los 13. De los 14 a los 16 me expulsaron de dos colegios. Todos los amigos opinaban que era yo un caso perdido. A los 17 me mandaron a Nueva Orleáns, a la casa de unos amigos, americanos del sur, muy bien educados. Allí recogí mis más valiosas experiencias. Fui aprendiz de electricista y más tarde de plomero. Trabajando en los drenajes aprendí humildad. Mi inglés lo recogí del arroyo, con los obreros italianos y negros.

“De los 19 a los 25 perdí el tiempo de la manera mas espléndida. Mi padre me conseguía empleos y yo los desaprovechaba. Entonces murió mi padre. Yo no tenía nada; ni escuela, ni ambición. El presidente Madero me dio empleo. En 1914 las tropas norteamericanas desembarcaron en Veracruz. Me di de alta como voluntario. El General Huerta me mandó al norte, a combatir contra la revolución. Eso me pareció una mala jugada y cambié la gorra por el sombrero texano. Participé en la lucha armada, varios combates y escaramuzas, dentro del villismo. Fui de México a Torreón a caballo. La campaña me endureció. En 1916 fui a los Estados Unidos desterrado. Volví en 18 y un amigo me metió a la política. Jugué para Consejal del Primer Ayuntamiento libre en Tacubaya y gané una elección honesta”. (Autobiografía. Archivo Personal bajo la custodia Luisa Durán Casahonda).

En 1918 fue fundador, editor y director del semanario político Vox Populí en Tacubaya. En 1919 fue cablista del diario ABC y más tarde cablista, cronista parlamentario y articulista del diario El Monitor Rebublicano. De 1919 a 1924 redactó la página en inglés de El Universal y fue corresponsal viajero en Europa de El Universal Gráfico, del cual llegó a ser Jefe de Redacción en 1926. En 1928 se integró al periódico Globo como director. En 1931 ocupó el puesto de subdirector (con cargo efectivo de director) de El Excélsior. En este diario tuvo problemas con el Sindicato de Trabajadores lo cual terminó con su carrera en ascenso, y en 1935 participó como articulista en El Día. De 1938 a 1946 escribió sobre cine mexicano en las revistas Cine y Oiga. En 1941 colaboró en la Radioemisora XEW. Dos años antes de su muerte fue director del programa Metrópoli en Televicentro.

Como publicista en 1931 incursionó en la Dirección de Campañas de la Ford Motors Co. de México. En 1932 fundó su propia agencia publicitaria Anuncios de México. Durán Casahonda dio cuenta de su actividad: “Fundé una agencia que se volvió un buen negocio; pero me la hundieron los japoneses cuando atacaron Pearl Harbor, [1941] porque las cuentas eran norteamericanas y éstas se suspendieron. Tuvimos que cerrar. Yo ya había pasado los 50 años. Tuve que comenzar de nuevo. Don Emilio Azcárraga me sacó del agua”. (Autobiografía)

Emilio Azcárraga lo convirtió en su primer ayudante y le hizo ocupar los cargos de gerente de la XEQ y gerente de ventas de Radio Programas de México. Participó en el Consejo Nacional de la Publicidad y fue Presidente de la Asociación Nacional de Periodistas. En 1962 fue Presidente del Instituto Mexicano de Estudios Publicitarios.

En teatro escribió la obra Los Fernández de Peralvillo (1952) dirigida por M. Manzano en el Teatro Moliere, y en 1953 en el Teatro Ideal. Está obra tuvo gran éxito y fue llevada al cine, por lo cual Durán Casahonda recibió quince mil pesos. Por su parte José Alameda afirmó que ésta se empezó a escribir en la cárcel: “En 1917, Durán y Casahonda resulta elegido consejal del Primer Municipio Libre de Tacubaya, pero se encontró con un presidente Municipal muy aficionado a los negocios. Ahí empezó el drama. Durán, incorruptible, no se dejó amedrentar por el político local. Y éste, tras de envolverlo en falsas acusaciones, logró meterlo en el Palacio Negro de Lecumberri. [Del cual sale en diciembre del mismo año]

“De esta primera y amarga experiencia política, nacieron los apuntes para lo que, andando los años, sería la obra Los Fernández de Peralvillo, doble triunfo (teatral y cinematográfico). El título inicial era La camisa de seda. (En la Cárcel se escribió Los Fernández de Peralvillo. Por José Alameda. Excélsior, 23 de septiembre de 1954)

En 1956, Duran y Casahonda realizó la traducción y adaptación de Vals de aniversario, original de Jacobo Chodorov y James Fields. En 1957, también tradujo y dirigió escénicamente Sabrina, original de Samuel Taylor. Anteriormente, en 1955 la llevó a televisión. Escribió los libros Pluma sin rumbo (1950) y Palabras sin mordaza. El eco del Día. 151 comentarios (1958). En su archivo se encuentran varios poemas inéditos, así como varios guiones cinematográficos y radiofónicos, entre ellos: Constructores de impresos (1945), El último rodeo (1950), Fuego eterno (1950), Un domingo en la ciudad de México (1950), El crimen de la Roseleda. En 1955 escribió para el programa Tres generaciones en su versión radiofónica y televisiva.

Cartel de la película Tuya para siempre
(Dir. Gilberto Martínez Solares, 1948)

Su argumento para la película Marejada (Dir. Carlos Toussaint, 1952) fue nominado para el Ariel en la categoría de Mejor Argumento. En 1955 obtuvo el Ariel en la categoría de Argumento Original por Los Fernández de Peralvillo (Dir. Alejandro Galindo).

Sobre su incursión en el cine, no sin rencor, Durán y Casahonda expresó: “Después de algunas experiencias desalentadoras, me aparté efectivamente del cine porque allí el escritor no tiene nada que hacer. Las películas, tal y como aquí las entendemos, no necesitan más que adaptadores, o algo por estilo.

“Lo que un escritor tenga que decir, mal puede decirlo en el cine, que es como una fábrica de diversiones, cuya materia prima, la literatura, se consume en pequeñas dosis y enteramente adulterada.

“Es posible que siga escribiendo para el teatro. Después de haber trabajado para el cine, en el teatro encuentra el escritor su verdadera atmósfera, su clima y su ambiente, con absoluto respeto, y una gran colaboración en lugar de la gran desafección con que se recibe a los literatos en los estudios cinematográficos”. (Decepcionado del cine, Durán y Casahonda entra en el teatro por la puerta grande. El Nacional. El Suplemento, 21 de enero de 1952)