| ||||||||
Aficionado al arte taurino, recorrió el país como novillero hasta que el hijo de Federico Curiel lo invitó a la filmación de El Látigo Negro contra los farsantes (1959), dirigida por Curiel en los Estudios América. A partir de entonces olvida su pasión por la fiesta brava y la sustituye por el cine. Su primer trabajo en la industria fílmica fue como ayudante en los departamentos de utilería, tramoya y electricidad.
Posteriormente, desarrolló la labor de anotador, antes de asistir a más de 30 directores entre 1963 y 1967, año en que fue codirector técnico con René Cardona, Jr., en El Ojo de Vidrio y Vuelve el Ojo de Vidrio. En 1968 fue codirector técnico con Alberto Mariscal de Las aventuras de Juliancito y con Alfredo B. Crevenna en El día de las madres (1968). Después de un largo recorrido por las diferentes áreas de producción, debutó formalmente como director con el largometraje Los perturbados (1970), primera de más de 60 cintas que conforman su filmografía y que le dan reconocimiento en la cinematografía nacional. Transcurrieron once años, hasta que el STPC finalmente lo admitió en 1981. A partir de 1993 exploró los terrenos del videohome con aproximadamente 17 trabajos hasta 1999. En 1995, la Sociedad de Directores le otorgó la medalla al mérito por 25 años de servicio. | ||||||||
| ||||||||
ació
en Aguascalientes, Aguascalientes, el 23 de mayo de 1940. La magia del séptimo
arte lo sorprendió a los diez años cuando asistió a las matinés
en su tierra natal. Por circunstancias económicas su familia tuvo que emigrar
a la capital del país. 
|
 |
| 
|  |  |