CURIEL de los Monteros, Federico Pichirilo
Monterrey, Nuevo León, 1917
Cuernavaca, Morelos, 1985

 
Foto proporcionada por Rosa Ana Curiel Defosse

ibujante, caricaturista, compositor, cantante, actor, director y escritor de cine. Federico Curiel de los Monteros, mejor conocido como Pichirilo, nació en Monterrey, Nuevo León, el 19 de febrero de 1917 y falleció el 17 de Junio de 1985 en Cuernavaca, Morelos. Desde pequeño radicó muchos años en Guadalajara, Jalisco donde estudió dos años la carrera de Medicina y trabajó como dibujante, compositor y cantante.

A finales de los años treinta se trasladó a la Ciudad de México por invitación de su primo el compositor Gonzalo Curiel, quien le pronosticaba gran futuro como compositor en esta ciudad. Comenzó trabajando como taquimecanógrafo-bilingüe en PEMEX, más tarde ilustró tiras cómicas para la revista del periódico Novedades, conocida como El Chamaco, además se inició como actor teatral con Seki Sano.

En 1949 debutó como actor de cine en la cinta No me defiendas compadre, realizada por Gilberto Martínez Solares, a la que siguieron sus actuaciones en películas como: El suavecito (Dir. Fernando Méndez, 1950), El lobo solitario (Dir. Vicente Oroná Uran, 1951), Los hijos de nadie (Dir. Carlos Véjar, 1951), La muerte en este jardín (Dir. Luis Buñuel, 1956) y El buen ladrón (Dir. Mauricio de la Serna, 1956), por la que en 1957 ganó el Ariel a la mejor coactuación masculina. Trabajó en aproximadamente 48 filmes, destacándose principalmente por interpretar papeles cómicos.

A la par de su carrera como actor se desarrolló como compositor, realizando los temas musicales de algunas de las cintas, donde participaba como actor, tal fue el caso de “El famoso Pichirilo y La Chiquirriquis en Los apuros de mi ahijada de Fernando Méndez (1950); Ojitos negros y Dónde está mi saxofón, en Traigo mi 45 de Vicente Oroná (1952); o la bien querida Nana Pancha, en La Gaviota de Raúl de Anda (1954)”. (¿Dondé andabas, Pichirilo? / I. Por Rosana Curiel Defossé, Sábado suplemento sabatino de Unomásuno, 30 de abril de 1999. P. 11) También escribió Qué voy a hacer sin tí, A tu salud, Cruz de amor y con su hijo Francisco escribió El parasol.

Como dibujante de historietas participó en la realización de las famosas series: Memín Pingüín, El látigo negro, Neutrón, El lobo solitario y El caballo del diablo, entre otras; muchas de las cuales llevaría más tarde a la pantalla cinematográfica.

Federico Curiel , de bufanda, obtuvo el Ariel a la Mejor Coactuación Masculina
por la película El buen ladrón (Dir. Mauricio de la Serna, 1956)
Foto proporcionada por la familia del escritor

A partir de 1952 radicó en Taxco de Alarcón, Guerrero, donde montó un taller de joyería. Cinco años más tarde retornó a la Ciudad de México para ocupar el lugar de Antonio Badú en el programa radiofónico Estrellas de Max Factor transmitido por la XEW.

Retornó al ambiente cinematográfico en 1957, al incorporarse al equipo de trabajo de los Estudios América con la cinta El látigo negro, dirigido por Vicente Oroná Uran, cuyo guión fue escrito por Federico Curiel Pichirilo en colaboración con el director. A partir de este momento inició una prolífica carrera como guionista de cine encontrándose entre su obra cintas como: El misterio del látigo negro (Dir. Vicente Oroná Uran, 1957), El fistol del diablo (Dir. Fernando Fernández, 1958), El Barón del terror (Dir. Chano Urueta, 1961), El Monstruo de los volcanes (Dir. Jaime Salvador, 1962) y Picardía mexicana (Dir. Abel Salazar, 1977).

En 1959 realizó su Ópera Prima Aventuras del látigo negro, que marcó el inició de su larga carrera como cine autor con aproximadamente setenta y tres películas filmadas. Se destacó principalmente por realizar obras de aventuras; adaptaciones de las historietas que en el pasado ilustraba y por haber tenido a su cargo la dirección de un gran número de las aventuras de El Santo. Entre su vasta obra se encuentran largometrajes como: El látigo negro contra los farsantes (1959), Nostradamus, el genio de las tinieblas (1959), Santo vs el cerebro diabólico (1961), Las vampiros / Deseo de sangre (1967), Superzán el invencible (1971), El caballo del diablo (1974) y Bohemio de afición (1984).

Federico Curiel Pichirilo se inició en la producción cinematográfica en 1963, con la cinta Los desheredados, dirigida por él mismo y filmada en Puerto Rico, donde Pichirilo ya había realizado un documental sobre drogadicción y permanecería trabajando dos años en la elaboración de diversos documentales.