CASTRO Arozamena,
Víctor Manuel El Güero
México, D. F., 1924
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Foto proporcionada por
el escritor
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ctor, guionista, argumentista
y director de cine. Su padre, Manuel Castro Padilla fue compositor
y su madre, Guadalupe Arozamena (de las cuatro hermanas Arozamena)
fue actriz. Cuando Guadalupe Arozamena estaba embarazada de
Víctor Manuel Castro sufrió el abandono de su
cónyuge. Fue por ello que Castro Arozamena nació
en el barrio de Tepito donde vivía una tía que
los auxilió a él y a su madre.
Castro Arozamena realizó
sus primeros estudios en las escuelas del barrio. Tiempo después,
su padre se convirtió en empresario del Teatro Lírico.
Cuando empezó a hacer fortuna, recogió a su hijo
y lo llevó a vivir con él. Así, Castro
Arozamena continuó sus estudios en el Colegio Williams
de Mixcoac. A los 16 años ingresó al Colegio Militar
donde comenzó a cursar la carrera de las armas y se interesó
por las materias de sicología. Sin embargo, sólo
permaneció ahí unos cuantos meses. En 1940, Manuel
Castro Padilla fue asesinado a las puertas del Teatro Lírico.
Al no tener quién sufragara sus gastos, Castro Arozamena
se vio obligado a abandonar sus estudios.
Víctor Manuel El
Güero Castro Arozamena había crecido en el
ambiente artístico en el que se desenvolvían tanto
su padre como su madre. Cuando ya no pudo continuar sus estudios,
se hizo bailarín y después actor: “[...]
lo único que yo sabía hacer era el teatro. Lo
había aprendido sólo de verlo, cuando era niño
[...]” (Entrevista para Escritores
del Cine Mexicano Sonoro, marzo de 2002). En el teatro
trabajó con Antonio Espino Clavillazo,
Jesús Martínez Palillo,
Adalberto Martínez Resortes
y Joaquín García Vargas Borolas.
La experiencia de trabajar como
actor cómico le hizo notar que hacía falta que
se escribieran obras en donde el sentido del humor fuera el
ingrediente principal. Poco tiempo después, Clavillazo
y él fueron contratados por Televicentro
para hacer un programa titulado De
pura uva nomás. Fue en televisión donde
El Güero Castro comenzó
a escribir: primero creó los programas de Clavillazo;
posteriormente, empezó a escribir para teatro y cine.
Para teatro creó, entre
otras obras: Salón México
(estrenada en 1969, dirigida por Rafael Banquells), Quepocatépetl
(estrenada en 1970, dirigida por Jorge Mondragón), Una
prostituta llamada Santa (estr. en 1977, dirigida por
Roberto Chávez) y Usted
decide si se embaraza (estr. en 1977, dirigida por Manuel
Pompín Iglesias).
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Foto proporcionada
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De 1957 a 1962 El
Güero Castro participó como escritor de argumentos,
diálogos y guiones de las siguientes películas:
Aladino y la lámpara maravillosa
(Dir. Julián Soler, 1957), Piernas
de Oro (Dir. Alejandro Galindo, 1957), Mis
abuelitas ...nomás! (Dir. Mauricio de la Serna,
1959), Las chivas rayadas
(Dir. Manuel Muñoz, 1962) y Los
fenómenos del fútbol (Dir. Manuel Muñoz,
1962).
La obra de teatro Cada
quien su vida (Dir. Luis G. Basurto) era un drama que
se desarrollaba en un cabaret. Víctor Manuel Castro asegura
que al asistir a ésta se le ocurrió la idea de
escribir una comedia ambientada también en un cabaret.
Fue así que nació la obra Las
ficheras (Dir. Rafael Banquells, 1969), que fue un éxito
teatral con 2500 representaciones consecutivas.
Muchos actores cómicos
y vedettes se dieron a conocer
gracias a esta obra. Algunos de ellos empezaron a participar
en el cine poco tiempo después, por ejemplo: Rafael Inclán,
Alberto Rojas el Caballo,
Alfonso Zayas y Luis de Alba el
Pirrurris.
Más tarde, Castro Arozamena
pensó que podía convertir la obra de las Las
ficheras en un guión cinematográfico. El
autor relató que durante un año ofreció
su libreto a varios productores de cine sin tener respuesta
hasta que se encontró con Guillermo Calderón,
quien fue a ver la obra de teatro. Calderón se percató
de su potencial comercial y decidió llevarla a la pantalla.
Luis Echeverría era el
presidente de México cuando se llevó a cabo la
filmación. Algunas autoridades impidieron que la película
tuviera el mismo título que la obra de teatro. Se oponían
también a la utilización de motes para nombrar
a los personajes. Finalmente, la cinta se exhibió con
el título Bellas de Noche
(Dir. Miguel M. Delgado, 1976).
La película fue un verdadero
éxito taquillero. En cuanto a su estreno en el cine Roble,
Castro Arozamena nos platicó: “[...] el día
del debut la multitud espectadora rompió las puertas
de cristal del cine y se metió una cantidad enorme de
gente sin pagar. La sala estaba completamente llena [...] Después
de eso nos dieron treinta y cuatro cines para exhibirla, treinta
y cuatro cines llenos todas las funciones [...]” (Entrevista
para Escritores del Cine Mexicano
Sonoro, marzo de 2002).
Guillermo Calderón y Víctor
Manuel Castro decidieron hacer más películas con
temas de cabaret, el primero como productor y el segundo como
guionista. Posteriormente, Castro empezó a sentirse atraído
por la dirección cinematográfica. Compró
libros sobre el tema y se convirtió en autodidacta.
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El Güero
y Lorena Herrera
Foto proporcionada por el escritor |
Cuando El
Güero Castro le propuso a Calderón que quería
ser el director de la próxima película, el productor
dudó de las habilidades de Castro en la rama de la dirección.
Sin embargo, quien sí lo apoyó fue el escritor
y productor de cine Jorge Martínez Isaac. Le dio una
oportunidad en la película Sexo
contra sexo (1980), en la que participó como director
y coguionista.
En adelante, Víctor Manuel
Castro se convirtió en director y guionista de más
de 30 películas. En la mayoría de ellas, también
participó como actor. Los temas de su filmografía
son, entre otros, de ambiente de cabaret, de las pulquerías
y algunos oficios populares: “[en las películas
de Castro] ocupa un lugar primordial el albur, el doble sentido,
la homosexualidad desde la óptica del machismo reprimido,
latente o manifiesto y, sobre todo, los desnudos” (Güero
Castro: tiene que surgir un nuevo cine mexicano, ya no pega
el que hacíamos. Por Salvador Torres. Unomásuno.
Ciencia, cultura y espectáculos, 31 de diciembre de 1999.
P. 29)
En cuanto a su experiencia como
guionista, el autor afirmó: “[...] yo escribo para
el pueblo, es decir, cosas sencillas y cosas que se identifiquen
con el pueblo, con las masas [...] pero lo más bonito
sería poder hacer algo equilibrado, con parte de literatura
bien hechecita y con parte de cosas que le interesen a la gente”
(Entrevista para Escritores del
Cine Mexicano Sonoro, marzo de 2002).