CANN Ziman, Benjamín
México, D. F., 1953
Expediente Benjamín Cann. Acervo Cineteca Nacional

irector de ópera, cine, teatro y televisión, guionista de cine y televisión. Nació en la Ciudad de México el 9 de agosto de 1953. Realizó estudios de comunicación en la Universidad Iberoamericana (UIA).

Los últimos quince años ha estado trabajando en teatro y televisión. También ha dirigido para el Instituto de Bellas Artes (INBA) Madame Butterfly (1992) y Las bodas de Fígaro (1993 y 1999). Para teatro dirigió Una vida en el teatro (1983), Enemigo de clase (1991) y Muertos de la risa (1991). En 1992 dirigió para la televisión una serie de programas dedicados a María Félix.

En 1982 escribió y dirigió su primer largometraje: Yo no lo sé de cierto, lo supongo. Y en 1984 filmó la cinta De muerte natural (1984) la cual "(...) nació de una pequeña nota roja, donde se hablaba del asesinato de un panadero, victimado por cuatro amas de casa quienes le estrellaron una botella de refresco en la cabeza, enojadas porque había subido dos pesos el precio del bolillo (...) en vez de huir, cerraron el local y se sentaron a comer. (...) Intrigado [el guionista], durante año y medio investigó, convivió y charló con las involucradas en el suceso (...) les robé —dijo Cann— cosillas, porque me parecía importante que en pantalla hubiera objetos de ellas (...)". (Tras 12 años enlatada, estrenan hoy De muerte natural, de Cann. Por Raquel Peguero. La Jornada. 9 de julio de 1996. P. 27)

Su regreso a la industria cinematográfica fue en el 2000 con Crónica de un desayuno, película que le valió el premio Mayahuel, premio oficial de la Muestra de Cine de Guadalajara como Mejor Director, así como también el Premio a la Mejor Película en el Foro de Berlín, y el Premio de la Prensa en el mismo rubro. Benjamín Cann y Bruno Bichir trabajaron durante siete años para concebir Crónica de un desayuno. Cann se sintió sumamente emocionado de poder dirigir esta película, "(...) el ejercicio de filmar es lo que me sigue entusiasmando (...)". (Al dirigir soy muy terco y no creo en la democracia: Cann. Por Raquel Peguero. La Jornada. Cultura, 17 de febrero de 1999. P. 31)

Sobre los personajes de Crónica de un desayuno opinó: "Quisimos personajes concretos, reales, no metáforas. Uno nunca se salva de la metáfora, y por eso hubo la intención de no parecer metafórico: es una familia real con ciertas exacerbaciones de su realidad. Todo eso con el propósito de hacerla aún más peculiar y de que no pareciera que estábamos haciendo 'costumbrismo de la familia mexicana'. Como esta familia no hay ninguna otra, pero está cargada de todas las sensaciones que nosotros pensábamos que conforman a todas las familias mexicanas". (Guía de la XXXV Muestra Internacional de Cine. Primavera 2000).

Benjamín Cann durante la filmación de Crónica de un desayuno
(Dir. Benjamín Cann, 2000)

Desde su muy particular punto de vista considera que el guión cinematográfico es "un punto de partida, es la idea base de una estructura que a todos los demás nos indica que podemos contar una historia. (...) Por eso se llama guión, no es una obra final, no es una novela, es guión, o sea una guía de trabajo para todos los involucrados en el quehacer de una película. (...) un guión lo escribes para ser filmado no lo escribes como literatura, para publicarlo o para guardarlo, se escribe únicamente con el propósito de que sea filmado". (Entrevista para Escritores de cine mexicano sonoro, abril de 2001)

Acerca de la concepción de sus guiones comentó: " Yo creo que hay historias que lo primero que se te ocurre son imágenes y eso determina que quieras escribirla para cine, porque se te ocurre que el desarrollo es a través de imágenes, a través de atmósferas. Cuando las historias tienen que ver con desarrollarlas a través de diálogos esas son para teatro, cuando tiene que haber argumentación a favor y en contra, cuando tiene que haber desarrollo en los diálogos de lo que va a suceder, ese hecho que quieres narrar yo pienso definitivamente en teatro, pero cuando lo primero que viene son imágenes pues esas son desde el inicio para el cine. Yo creo que muchas de las películas nacen porque se te ocurrió una imagen, porque viste una imagen, porque se te ocurre que para contar esa imagen puedes elaborar otras imágenes, y que hay que contar de ese mundo a través de esas imágenes que crean atmósferas, no me refiero a imágenes espectaculares, sino a atmósferas a través de la imagen, como sucede que en la ópera es porque se te ocurre que a través de la música puedes narrar las atmósferas. Creo que eso es lo que dictamina si son para cine o son para otro lugar. (...) yo quiero contar historias en el cine". (Idem)

Del trabajo de otros escritores le "gustan mucho las ideas de Eliseo Alberto, de hecho tengo en mi casa un guión de él sobre un actor que fue a La Habana a montar una obra de teatro, en los cincuentas. Es un guión que yo quisiera hacer un día". (Idem)