BAMBERG, David T.,
Fu Manchú

Derby, Inglaterra, 1904
Bernal, Argentina, 1974

AGRASÁNCHEZ, Rogelio. Mexican horror cinema. México, 1999. P. 14 

lusionista, actor, escritor de cine y de radio. Nació en Derby, Inglaterra, en 1904 y murió en Bernal, Argentina, el 19 de agosto de 1974. David Tobías Bamberg Pool, mejor conocido como Fu Manchú, solía decir: “Los ojos son más veloces que las manos y, a su vez el cerebro es aún más veloz que los ojos. Por eso hay que atacar el cerebro. La magia es, entonces, sorpresa, sobre todo, sorpresa”. (BAMBERG, David. Ilusion Show. A life un magic. Edited by Robert Parrish, from The Archives of the American Museum of Magic, Meyer books Publisher, Glenwood, Illinois, 1988. P. 400) [Traducción para Escritores del Cine Mexicano Sonoro de Gregorio García McGavin]

Fu Manchú fue el último eslabón de la dinastía Bamberg. Desde niño comenzó a estudiar magia al lado de su padre, Okito, a cuyo lado aprendió los secretos del ilusionismo. Destacó en el arte de las sombras con las manos, virtud que conservó hasta sus últimos días. Su primer nombre artístico fue Syko y con él se presentó con la compañía de Raymond el grande y Zancig en sus viajes alrededor del mundo.

En Argentina decidió montar su propio espectáculo y debutó como Fu Manchú en el viejo teatro San Martín de Buenos Aires el primero de marzo de 1929. En la cima de su popularidad, decidió probar suerte en un tour que incluyó todos los países europeos y algunos africanos. En España obtuvo críticas excelentes.

El origen de su nombre artístico se remonta a su infancia en Brooklyn, al igual que su afición compartida con su amigo Herman Schmidt por los relatos de misterio escritos por Sir Arthur Conan Doyle, Herbert George Wells, Sax Romer y otros. David estaba especialmente asombrado con un personaje creado por este último: Fu Manchú, el doctor del diablo, un chino malévolo y siniestro que no dudaba en cometer cualquier crimen para obtener el poder absoluto. La historia relata la persecución de Fu Manchú por Nayland Smith, un inspector de Scotland Yard. A David le atraía el nombre porque era diferente al de otros magos chinos, así que, cuando estableció su propio espectáculo oriental, lo escogió como seudónimo. Esta elección tuvo repercusiones negativas, ya que los sucesores legales de Sax Romer tenían los derechos no sólo de los escritos del autor, sino también del nombre del personaje. Por esa razón Bamberg no pudo usarlo dentro de los confines del imperio británico. Más tarde, las cosas empeoraron, ya que Paramount Pictures compró los derechos, así que tampoco pudo usar el nombre en los Estados Unidos, de tal manera que tuvo que reducir su nombre artístico a Manchú.

Sus presentaciones se caracterizaban por una combinación de ilusionismo y humor, además de un gran cuidado en la decoración de escenarios. Su acto más famoso fue probablemente El bazar de magia, el cual fue concebido como una parodia de una vieja tienda de magia, llamada Bazar Yanqui. El acto consistía en una serie de efectos rápidos por parte de Fu Manchú, quien representaba a un vendedor de magia, mientras su ayudante pretendía ser un cliente que preguntaba por diferentes trucos, los cuales podía ver pero no comprar.

Revista de revistas.
No. 1285, 30 de diciembre de 1934

En México fue un personaje muy popular. Aunque ya había estado en nuestro país en giras anteriores con su espectáculo de magia (1934). Según su registro de inmigración que revela su estancia legal en nuestro país, a partir del 7 de octubre de 1940, quedó asentado lo siguiente: “Bamberg Tobias, David; estatura 1.59 cm, artista teatral, 36 años de edad, visitante por 6 meses para que actúe en los teatros de la República con el espectáculo Fu Manchú” (Archivo General de la Nación, Grupo Documental 201, Departamento de Migración). Ese mismo registro señala que Bamberg estuvo en nuestro país hasta abril de 1946.

Entre 1943 y 1944, escribió los argumentos y guiones de seis películas producidas por Films Mundiales, de Agustín J. Fink, las cuales también protagonizó: El espectro de la novia, La mujer sin cabeza [estas dos primeras escritas en colaboración con Xavier Villaurrutia]; El as negro, El museo del crimen, La casa embrujada / La carne de gallina y Asesinato en los estudios / La cámara acusa. Aunque sus películas tuvieron cierto éxito, los críticos mexicanos no fueron muy benévolos con las últimas y esta reacción, entre otras dificultades, lo motivó a abandonar la pantalla grande.

Sin duda la película que más éxito tuvo fue El as negro (Dir. René Cardona, 1943). De este acontecimiento Bamberg recuerda: “Yo la consideraba la peor película que produjimos, pero el éxito se debió en gran parte a la publicidad que se les dio a los extraños sucesos que tuvieron lugar desde su producción hasta su estreno."

“Durante la filmación, la madre de René [Cardona] murió en Cuba y él tuvo que ir a La Habana, dejando a otro director en su lugar. El nuevo director ocupó su puesto durante tan sólo tres días debido a que se intoxicó por comer mariscos echados a perder. Nadie quiso tomar su lugar. Se propagó el rumor que la producción sufría de alguna maldición. Gaby [Gabriel Figueroa] tomó el lugar de René hasta su regreso."

“Posteriormente, un fakir, llamado Harry, quien tenía un papel pequeño en la película, intentó un truco publicitario (no relacionado a la película) que consistía en que lo clavaran a una cruz. Murió de envenenamiento por los clavos que usaron. Los medios inmediatamente relacionaron su tragedia con nuestra película.

“En total, doce personas murieron o tuvieron algún accidente o enfermedad seria durante el rodaje. El caso más sensacionalista, sin embargo, fue la víctima número trece.

“El papel del joven amante en la película fue interpretado por Mario Tenorio, un joven actor que prometía mucho. La noche del estreno de la película, Mario fue asesinado a balazos mientras veía la película. Un hombre descubrió a Mario acompañando a su esposa, y en un ataque de celos acabó con su vida. ¡Ese fue el colmo! Hubo pánico en el cine, seguido por una persecución con patrullas. Los encabezados que resultaron nos llenaron la sala durante mucho tiempo ya que todo el mundo quería ver a la víctima trece en la pantalla. Fue un asunto muy espeluznante pero los productores estaban felices” (Ibid. P. 292)

Fu Manchú también fue productor y guionista del programa radiofónico de comedia tipo americano, basado en un centro nocturno llamado El club Delicados, el cual presentaba una pareja de actores de renombre cada semana. Bamberg recuerda en su Autobiografía: “Yo sabía que no iba a ser fácil y que los grandes cómicos norteamericanos les pagaban grandes cifras a sus guionistas (...)” (Ibid. P. 283)

Álbum de estrellas. México, Ed. Francisco Xavier Gama,
Ediciones Cinematográficas, 1943. P. 56

“Finalmente me di cuenta que no iba a necesitar material tan nuevo. Me hice de un archivo de bromas norteamericanas y de algunos libros —incluyendo Los mil chistes de Copeland— (...)”. (Idem)

“Entre los artistas que aparecieron en el programa hubieron algunos de gran renombre como Jorge Negrete, Agustín Lara, Chucho Martínez Gil, Tito Guízar, Arturo de Córdoba, Gonzalo Curiel, Pedro Vargas, Toña la Negra y tres de los grupos musicales más populares de México. Transmitíamos el programa dos veces a la semana durante una hora”. (Idem)

“Desde la primera transmisión, el programa tuvo éxito y muy pronto se convirtió en la emisión más popular de la XEW, y así permanecimos tres años (...)”. (Ibid. P. 284) Posteriormente, Bamberg produjo un segundo programa de radio con Edmundo Santos, quien doblaba la voz de Walt Disney para las versiones en español de sus largometrajes animados. La serie fue una sátira de los estudios cinematográficos y fue popular durante algún tiempo.

Para mediados de los sesentas, David Bamberg se retiró de las presentaciones públicas. Dedicó sus últimos días a la enseñanza de su amplia experiencia en el club de magos que presidía en Argentina. Ahí se reunían magos locales y de otros países que venían a visitarlo.

Fu Manchú es considerado uno de los mejores magos del siglo XX. Con su muerte, el 19 de agosto de 1974, desapareció la última y la más brillante estrella de la dinastía Bamberg.