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ALTOLAGUIRRE,
Manuel
Málaga, España,
1905
Burgos, España, 1959
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Expediente Manuel Altolaguirre. Acervo
Cineteca Nacional |
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bogado
con estudios en Málaga y Granada. Editor de publicaciones
de alta calidad tipográfica, literaria y poética,
tales como: Sur (1925),
Litoral (1926), Poesía
—primero en Málaga y luego en París—
(1930-1931) y la que García Lorca bautizaría como
Héroe (1932).
En 1932 Altolaguirre contrajo
matrimonio con la poetisa Concha Méndez y se trasladaron
a Londres, en donde vivieron tres años. Hizo estudios
de tipografía y editó la revista 1616
(se refiere a la coincidencia en el tiempo de Shakespeare y
Cervantes). De vuelta en España, en 1935 publicó,
en compañía de Pablo Neruda, las revistas Caballo
verde para la poesía y Hora
de España, en ésta última se combinan
la poesía, la crítica y el ensayo. En 1939, ya
como exiliado en La Habana, editó La
Verónica. Desde 1943 radicó en México,
y con Juan Rejano, Luis Cernuda, Emilio Prados y otros, editó
la segunda época de la revista Litoral
(1944).
Como poeta alcanzó en
España renombre, habiéndosele otorgado el Premio
Nacional de Literatura (1933) por su obra La
lenta libertad. Sus poesías forman parte de innumerables
antologías, entre las que destaca Poesías
completas (Cátedra, Madrid, 1982).
El poeta Manuel Altolaguirre
fue un intelectual de reconocido prestigio, perteneciente a
la generación del 27 que participó en el cine
mexicano en calidad de productor, director, argumentista y guionista,
como prolongación de su actividad literaria.
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La actriz Miroslava protagonizó la
película
El puerto de los siete vicios
(Dir. Eduardo Ugarte, 1951)
LOAEZA, Guadalupe. Miroslava,
México, Alianza, 1994. |
En nuestro país se inició
como guionista de La casa de la
Troya (Dir. Carlos Orellana, 1947). En 1950 fundó
la empresa Producciones Isla,
—utilizó el mismo nombre que poseía la editorial
que estableció también aquí—, para
dedicarse a la producción de películas y ese mismo
año produjo Yo quiero ser
tonta (Dir. Eduardo Ugarte, 1950), un filme en donde
Altolaguirre adaptó una pieza de Carlos Arniches. Produjo
también Doña Clarines,
de Ugarte, adaptación de los hermanos Álvarez
Quintero. En 1951 fue argumentista y productor de El
puerto de los siete vicios, dirigida también por
Ugarte.
De 1951 data su producción
de Subida al cielo, de Luis
Buñuel, de la que fue también coguionista, si
bien las dificultades financieras por las que atravesaba el
poeta obligaron a un rodaje muy modesto y apresurado, plagado
de contratiempos. Ganó el Águila
de Plata, 1952 y el Premio
de la Crítica en el Festival de Cannes por el
guión de la película Subida
al cielo.
En 1953 esta película
de Buñuel obtuvo dos nominaciones para el Ariel
de Oro, como Mejor Película y Ariel
de Plata, como Mejor Argumento original de Manuel Altolaguirre.
Con Prisionera
del pasado (1954), último filme de Eduardo Ugarte,
sobre argumento de la poetisa Concha Méndez, esposa de
Altolaguirre, canceló definitivamente el poeta sus actividades
de productor de cine comercial. Poco antes de regresar a España
realizó en México, con muy pocos medios, el ensayo
poético Cantar de los cantares,
basado en Fray Luis de León, filme que se presentó
públicamente en el VII Festival de Cine de San Sebastián,
fuera de concurso, poco antes de su muerte en un accidente de
automóvil. (GUBERN, Roman. Cine
español en el exilio 1936—1939. Ed. Lumen,
Barcelona, España. 1a. Edición, 1976. 239 pp.)
Recién había fallecido
el poeta Altolaguirre, el escritor Max Aub publicó: “Aunque
se quiera no se puede escribir de Manolo muerto […] Manolo
no es la historia de sus libros: nadie dio más que él
hasta la vida (se le atravesaron unos peatones, para no herir
torció la dirección). Regalaba cuanto tenía
y lo que no. […] Mucho más bueno que el pan dispuesto
a todos los favores; sin más tasa liberal en y de todo
largo, franco, se le iba de las manos cuanto tuviera.
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Lilia Prado y Esteban Márquez
Actuaron en Subida al cielo
(Dir. Luis Buñuel, 1951)
Colección IMCINE
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“Cuanto para tantos españoles,
escribir fue, es llorar o morir, para Manolo es nacer, esa fue
su superioridad sonriente y generosa. Moviéndose tanto,
no escribió mucho. Pero unos cuantos poemas suyos, en
el goce de los veinte a los treinta —suyos del siglo—
con toda la sal y el ángel de su Málaga no solo
natal, seguirán siempre como él sonriendo”.
(Manuel Altolaguirre. Por
Max Aub. Diorama de la Cultura.
Suplemento de Excélsior,
. 2 de agosto de 1959. P. 4)