APARICIO Guerrero, Jaime
México, D. F., 1964

 
Foto proporcionada por el escritor

ealizador, guionista y editor. Nació el 9 de octubre de 1964 en la Ciudad de México. Estudió la carrera de cine en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC / UNAM), de 1992 a 1997. Con su tesis El Paraíso (1997), obtuvo una beca de la Dirección General de Actividades Cinematográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Como prácticas académicas realizó los documentales en formato video: La Merced (1993); Los sonidos de la Ciudad (1994); Los Jurados (1995); e Historias de Congal (1995), este último fue premiado con el tercer lugar en el primer Concurso de video estudiantil Pola Weiss, organizado por TV UNAM.

Ha trabajado para televisión como continuista en la serie de seis comerciales de Futbol fantástico, realizados por Carlos Estrada (1997); y en el programa piloto Al borde (1998); fue asistente de dirección de Marcela Couturier en quince programas de la serie TELESEA Ciencias Naturales (1998), producida por la Unidad de Televisión Educativa de la Secretaría de Educación Pública (UTE-SEP), y realizador de tres programas de la misma serie; guionista del programa Salud y ambiente para toda la gente (UTE-SEP); director de diálogos de la telenovela Marea brava (1999), producida por Azteca Digital y realizador del programa Fórmula politécnica (marzo-octubre, 2000), producido por el Canal 11 (Instituto Politécnico Nacional).

Trabajó como asistente de realización de los videoclips: No sabemos amar (1998) del grupo El gran silencio, y el de identificación del Canal 9 de TELEVISA (1999).

Fue editor y continuista de la tesis fílmica De Shopping (Roberto Chellet, 1997); continuista del cortometraje Nancy (Sandra Arau Esquivel, 1997); y del largometraje Rito Terminal (Óscar Urrutia, 1998), además fue editor en video de este último (1999). Es el realizador de los cortometrajes De ratas (1993), y La luz (1994).

Actualmente es profesor del curso Producción Cinematográfica, impartido en el Museo de Arte Carrillo Gil (diciembre, 2002).

Cynthia Patiño y Ulises Martínez en el cortometraje El paraíso
(Dir. Jaime Aparicio Guerrero, 1997)

Para Jaime Aparicio escribir para el cine es: “escribir estando consciente que quien lo vaya a leer va a proyectar tus palabras en su pantalla mental. (...) escribir para el cine, para mí, es darle la materia prima a un realizador, escribir para el cine es engendrar, es el inicio pues, el nacimiento de la película, antes no hay nada, absolutamente nada. (...) Es como el verdadero momento de creación del cine”. (Entrevista para Escritores del Cine Mexicano Sonoro, diciembre de 2002)

Aparicio Guerrero sí considera al guión cinematográfico como una forma de literatura, comentó al respecto: “Muy independiente de las demás, no se parece a la novela ni al cuento, es una forma única que no sé si de entrada sea atractiva para todos los lectores.” Pues, considera que en estas formas literarias el manejo de las palabras es muy importante mientras que en el guión cinematográfico (...) debes ser preciso de tal manera que todos se imaginen la misma película que tú estas planteando”. (Ibid)

Para él lo más importante del guión son los personajes porque cuando te identificas con ellos la historia te atrapa de tal manera que te involucras en ella. Por ello, cree que, “un buen guionista sale a la calle y observa lo que la demás gente no ve, que es tan evidente para todos, y que por evidente, la gente lo deja de ver. (...) Escuchar cómo habla la gente, cómo se saluda, cómo se despide, para mí eso es bien importante porque si yo quiero que ellos me crean tengo que darles gente que ellos conozcan”. (ibid)

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Consideró que todas las historias ya están contadas, lo importante —dice— “es cómo las cuentes, la clave del guionismo es cómo cuentes las historias. Creo que el mayor logro de un guión es cuando alguien se involucra con la historia, como dice Hitchcock, siempre es preferible partir de lo conocido que llegar a él. (...) Damos mucha importancia a la historia dejando a un lado la narración. Y, así deberíamos entrar a la hora de escribir un guión: bueno, ya sé que voy a contar, ¿cómo lo cuento?”. (Ibid)

En enero de 2003, Jaime Aparicio trabajaba en la preproducción de su primer largometraje titulado El mago, proyecto ganador del concurso Óperas Primas, convocado por el CUEC en su tercera edición.