AMADORI,
Luis César
Pescara, Italia, 1902
Buenos Aires, Argentina, 1977
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Emilio Indio
Fernández y César Amadori (al centro)
Archivo General de la Nación. Fondo Hermanos Mayo
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ació en Pescara, Italia,
el 28 de mayo de 1902. Murió en Buenos Aires, Argentina,
el 5 de junio de 1977. Perteneció a una familia italiana
que vino al continente americano a buscar fortuna. Arribó
a Buenos Aires a los cinco años de edad. En Argentina
se crió y educó, hasta llegar a cursar estudios
universitarios en la ciudad de Córdoba, los que abandonó
para dedicarse de lleno a su vocación de escritor y periodista.
Se relacionó con el espectáculo desde su adolescencia.
En la década de los veinte
fue periodista del vespertino
Última hora y de la popular revista Caras
y caretas, en los que publicó reportajes a gente
de teatro, lo que despertó su veta de libretista del
género chico. Aquellas sencillas comedias tenían
argumentos que servían de excusa para presentar a los
cantantes más populares. Pero su nombre se destacó
fundamentalmente por ser un compositor muy popular y en el cine,
por ser uno de los directores más prolíficos y
más exitosos del cine argentino durante veinte años.
Más precisamente, entre 1936 y 1955.
Uno de sus mayores éxitos
fue Dios se lo pague, con
Zully Moreno, el mexicano Arturo de Córdova y otros importantes
actores. Este filme tuvo la peculiaridad de ser elegido para
participar en los premios Oscar de los Estados Unidos. Su estreno
fue en marzo de 1949. La pareja volvió a actuar para
Amadori en Nacha Regules
(1950), y en María Montecristo
(1955). También dirigió a María Felix en
Argentina en La pasión desnuda
(1952). Sus dos últimos largometrajes en Argentina fueron
en 1955 El barro humano,
donde la estrella era su esposa, la popular actriz Zully Moreno
y El amor nunca muere (1955).
Cuando ocurrió el golpe
de Estado de 1955, que derrocó al presidente Juan Domingo
Perón, su trayectoria se vio interrumpida. Junto a otros
artistas fue cuestionado, estuvo preso unos días y finalmente,
tuvo que emigrar hacia España en 1958, donde permaneció
hasta 1970. En su exilio filmó diecisiete películas,
dos grandes éxitos La violetera
y El último tango,
ambas con la cantante y actriz española Sarita Montiel
y dos en coproducción con México: Un
novio para dos hermanas y Acompáñame.
Trabajó asimismo en Chile
y destacó su película El
Manto Sagrado (1954). Fue guionista de las coproducciones
España-México, Mentirosa
(1961) y Acompáñame
(1966).
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De mendigo a millonario, Arturo
de Córdova en Dios se
lo pague
(Dir. Luis César Amadori, 1948)
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Filmó setenta y ocho películas,
donde alternó sin preocupaciones el melodrama, el humor,
las comedias y un sinfín de números musicales.
Su sólida presencia en el cine, opacó primero,
e hizo olvidar después, la que fuera su primera y nunca
abandonada actividad artística: el teatro.
En pocos años, Amadori
llegó a ser director y luego propietario del Teatro
Maipo que, junto al Teatro
Nacional eran verdaderos templos de la lujosa revista
porteña (género musical similar al "music-hall",
con connotaciones costumbristas y picarescas y con referencias
a la actualidad política argentina).
Escribir para teatro lo llevó
ineludiblemente a escribir también las letras de numerosas
canciones, principalmente tangos. Dijo en un reportaje: "Como
teníamos siempre en nuestra compañía una
estrella que cantaba tangos —Azucena Maizani, Mercedes
Simone y la más querida y recordada, para mí,
Sofía Bozán—, empecé a escribir letras
para tangos".
(http.//www.todotango.com.art/spanish/creadores/lcamador.esp.)
Gardel le grabó cinco
tangos: Cobardía,
Confesión, Fondín
de Pedro Mendoza, Madreselva
y Rencor. En algunas ocasiones
Amadori utilizó los seudónimos de Leo Carter,
Gabriel Peña y Luis Martín de San Vicente (éste
sólo en Argentina).