AGRASÁNCHEZ Linage,
Rogelio

Puebla, 1934
Foto proporcionada por el escritor  

roductor, distribuidor, guionista y argumentista. Nació el 14 de agosto de 1934 en la Ciudad de Puebla. Desde niño radicó en el Distrito Federal. A los quince años de edad ingresó al Sindicato de Trabajadores de la Industria Cinematográfica (STIC). Durante la década de los sesenta se dedicó a la distribución de películas nacionales y extranjeras. En 1969 adquirió la compañía productora Cinematográfica Grovas S.A. y con la cinta Los campeones justicieros (Dir. Federico Curiel Pichirilo, 1970) inauguró las actividades de la compañía Producciones Fílmica Agrasánchez, S.A. Esta productora financió aproximadamente 70 películas, la mayoría filmadas en México, Guatemala y Texas: México de noche (Dir. Arturo Martínez, 1974), Soy chicano y mexicano (Dir. Tito Novaro, 1974), La banda de polvo maldito (Dir. Gilberto Martínez Solares, 1977), Contrabando por amor (Dir. Fernando Durán Rojas, 1978), Mientras México duerme (Dir. Miguel M. Delgado, 1983), El sinaloense (Dir. Jaime Fernández, 1984), entre otras.

Escribió y produjo varios filmes del género de luchadores, entre ellos: Los campeones justicieros (Dir. Federico Curiel Pichirilo, 1970) y sus secuelas Vuelven los campeones justicieros (Dir. Federico Curiel Pichirilo, 1972) y El triunfo de los campeones justicieros (Dir. Rafael Lanuza, 1973); Las momias de Guanajuato (Dir. Federico Curiel Pichirilo, 1970); Superzán y el niño del espacio (Dir. Rafael Lanuza, 1972). [Agrasánchez Film Archive]

En 1981 fue el argumentista y productor de la película La pachanga (Dir. José Estrada), que ganó cuatro premios Ariel (1983) en las categorías de Dirección, Fotografía, Edición y Ambientación.

Para Rogelio Agrasánchez escribir para el cine es poner una historia en imágenes. “En realidad, yo no escribía los guiones para mis películas. Me limitaba a esbozar la idea central, misma que luego era entregada a un argumentista profesional para su desarrollo. Para mí es importante contar con buenas historias, capaces de atraer al público a las taquillas.”

Aunque Agrasánchez Linage no considera que el guión cinematográfico es propiamente una forma literaria si cree “que hay guiones cuya trama y forma son tan buenos, que logran crear en el lector un placer estético similar al que se obtiene a partir de una obra literaria.”

Los guiones que más le han gustado son los de acción, “en especial los de luchadores con tintes de ciencia ficción o de horror. También —afirmó— me inclino hacia el drama de denuncia, como en el caso de Las braceras [Fernando Durán Rojas, 1980].”

Para Rogelio “el cine mexicano ha sido muy rico en talento cinematográfico, incluyendo el campo del guionismo. Soy fanático irredento del cine mexicano. El cine de los años treinta y de la Época de Oro nos ha legado grandes obras. Puedo mencionar algunos escritores como: Janet y Luis Alcoriza, Juan Bustillo Oro, Emilio Fernández, Alejandro Galindo, Gilberto Martínez Solares, Xavier Villaurrutia y Miguel Zacarías.” (Entrevista para Escritores del Cine Mexicano Sonoro, mayo de 2001)

Entre las obras publicadas por Agrasánchez Linage se encuentran: Mexican Horror Cinema. Posters from Mexican Fantasy Films. Agrasánchez Film Archive Mexican Cinema, México 1999. PP. 134; y Carteles de la Época de Oro. 1936-1956. Cine Mexicano. Agrasánchez Film Archive / Chronicle Books, San Francisco California USA, 2001. PP. 132.